Nueva Biblia Latinoamericana
Según pasaban por las ciudades, entregaban los acuerdos tomados por los apóstoles y los ancianos que estaban en Jerusalén, para que los observaran. (Hechos 16:4)
Así que las iglesias eran confirmadas en la fe, y diariamente crecían en número. (Hechos 16:5)
Pasaron por la región de Frigia y Galacia, habiendo sido impedidos por el Espíritu Santo de hablar la palabra en Asia (provincia occidental de Asia Menor). (Hechos 16:6)
Cuando llegaron a Misia, intentaron ir a Bitinia, pero el Espíritu de Jesús no se lo permitió.
Entonces pasando por Misia, descendieron a Troas. (Hechos 16:8)
Por la noche se le mostró a Pablo una visión: un hombre de Macedonia estaba de pie, suplicándole: "Pasa a Macedonia y ayúdanos." (Hechos 16:9)
Cuando tuvo la visión, enseguida procuramos ir a Macedonia, persuadidos de que Dios nos había llamado para anunciarles el evangelio. (Hechos 16:10)

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Gregory Bishop
Efesios 3: 1-13
En el libro de Efesios, el apóstol Pablo habla sobre el misterio de Cristo y cómo se revela a través del Espíritu Santo a los santos apóstoles y profetas. En el capítulo 3, explica cómo los gentiles son coherederos con Israel y participan juntos en la promesa en Cristo Jesús. La comunidad cristiana multiétnica es una nueva identidad y un nuevo país, declarando un nuevo reino con un nuevo Rey.


Emile Samuel
Un llamado a agarrar la mente del espíritu
El pastor Emille Samuel habla acerca de la importancia de ser sensible al Espíritu Santo y de agarrar la mente del espíritu para poder conocer la voluntad de Dios.


Hechos 16:7 - Referencia Cruzada

Y porque ustedes son hijos, Dios ha enviado el Espíritu de Su Hijo a nuestros corazones, clamando: "¡Abba! ¡Padre!" (Gálatas 4:6)
Pedro, apóstol de Jesucristo: A los expatriados, de la dispersión en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia, elegidos (1 Pedro 1:1)
Y el Espíritu dijo a Felipe: "Ve y júntate a ese carruaje." (Hechos 8:29)
Sin embargo, ustedes no están en la carne sino en el Espíritu, si en verdad el Espíritu de Dios habita en ustedes. Pero si alguien no tiene el Espíritu de Cristo, el tal no es de El. (Romanos 8:9)
Porque sé que esto resultará en mi liberación mediante las oraciones (las súplicas) de ustedes y la provisión del Espíritu de Jesucristo, (Filipenses 1:19)
procurando saber qué persona o tiempo indicaba el Espíritu de Cristo dentro de ellos, al predecir los sufrimientos de Cristo y las glorias que seguirían. (1 Pedro 1:11)