y sin embargo, no dejó de dar testimonio de El mismo, haciendo bien y dándoles lluvias del cielo y estaciones fructíferas, llenando sus corazones de sustento y de alegría." (Hechos 14:17)

Aun diciendo estas palabras, apenas pudieron impedir que las multitudes les ofrecieran sacrificio. (Hechos 14:18)

Pero vinieron algunos Judíos de Antioquía y de Iconio, y habiendo persuadido a la multitud, apedrearon a Pablo y lo arrastraron fuera de la ciudad, pensando que estaba muerto. (Hechos 14:19)

Pero mientras los discípulos lo rodeaban, él se levantó y entró en la ciudad. Al día siguiente Pablo partió con Bernabé a Derbe.

Después de anunciar el evangelio a aquella ciudad y de hacer muchos discípulos, volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía, (Hechos 14:21)

fortaleciendo los ánimos (las almas) de los discípulos, exhortándolos a que perseveraran en la fe, y diciendo: "Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios." (Hechos 14:22)

Después que les designaron ancianos en cada iglesia, habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído. (Hechos 14:23)

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Hechos 14:20 - Referencia Cruzada

Y estaba sentado en la ventana un joven llamado Eutico. Como Pablo continuaba hablando, Eutico fue cayendo en un profundo sueño hasta que, vencido por el sueño, se cayó desde el tercer piso y lo levantaron muerto. (Hechos 20:9)

los apóstoles se dieron cuenta de ello y huyeron a las ciudades de Licaonia, Listra, Derbe, y sus alrededores; (Hechos 14:6)

Y se quedaron mucho tiempo con los discípulos. (Hechos 14:28)

Después que cesó el alboroto, Pablo mandó llamar a los discípulos, y habiéndolos exhortado, despidiéndose, partió para ir a Macedonia. (Hechos 20:1)

y cuando lo encontró, lo trajo a Antioquía. Y se reunieron con la iglesia por todo un año, y enseñaban a las multitudes; y a los discípulos se les llamó Cristianos por primera vez en Antioquía. (Hechos 11:26)

Pablo llegó también a Derbe y a Listra. Y estaba allí cierto discípulo llamado Timoteo, hijo de una mujer Judía creyente, pero de padre Griego, (Hechos 16:1)

Cuando hayan terminado de dar su testimonio, la bestia que sube del abismo hará guerra contra ellos, los vencerá y los matará. (Apocalipsis 11:7)

Somos tratados como desconocidos, pero bien conocidos; como moribundos, pero vivimos; como castigados, pero no condenados a muerte; (2 Corintios 6:9)

Cuando salieron de la cárcel, fueron a casa de Lidia, y al ver a los hermanos, los consolaron (los exhortaron) y se fueron. (Hechos 16:40)

Y haciéndoles señal con la mano para que guardaran silencio, les contó cómo el Señor lo había sacado de la cárcel. Y les dijo: "Informen de estas cosas a Jacobo (Santiago, hermano de Jesús) y a los hermanos." Entonces salió, y se fue a otro lugar. (Hechos 12:17)

De hecho, dentro de nosotros mismos ya teníamos la sentencia de muerte, a fin de que no confiáramos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos, (2 Corintios 1:9)