Porque todavía no había descendido el Espíritu Santo sobre ninguno de ellos; sólo habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús.
(Hechos 8:16)Entonces Pedro y Juan les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo.
(Hechos 8:17)Cuando Simón vio que el Espíritu se daba por la imposición de las manos de los apóstoles, les ofreció dinero,
(Hechos 8:18)y les dijo: "Denme también a mí esta autoridad, de manera que todo aquél sobre quien ponga mis manos reciba el Espíritu Santo."
Entonces Pedro le contestó: "Que tu plata perezca contigo, porque pensaste que podías obtener el don de Dios con dinero.
(Hechos 8:20)No tienes parte ni suerte en este asunto (esta enseñanza), porque tu corazón no es recto delante de Dios.
(Hechos 8:21)Por tanto, arrepiéntete de esta tu maldad, y ruega al Señor que si es posible se te perdone el intento de tu corazón.
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Hechos 8:19 - Referencia Cruzada
Jesús comenzó a referir una parábola a los invitados, cuando advirtió cómo escogían los lugares de honor en la mesa :
(Lucas 14:7)¿Cómo pueden creer, cuando reciben gloria (honor) los unos de los otros, y no buscan la gloria que viene del Dios único?
(Juan 5:44)En aquel momento se acercaron los discípulos a Jesús, diciendo: "¿Quién es el mayor en el reino de los cielos?"
(Mateo 18:1)Entonces Pedro y Juan les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo.
(Hechos 8:17)Y al último de todos, como a uno nacido fuera de tiempo, se me apareció también a mí.
(1 Corintios 15:8)Hacía tiempo que cierto hombre llamado Simón, estaba ejerciendo la magia en la ciudad y asombrando a la gente de Samaria, pretendiendo ser un gran personaje ;
(Hechos 8:9)Escribí algo a la iglesia, pero Diótrefes, a quien le gusta ser el primero entre ellos, no acepta lo que decimos.
(3 Juan 1:9)