Nueva Biblia Latinoamericana
No hablo de todos ustedes. Yo conozco a los que he escogido; pero es para que se cumpla la Escritura: 'EL QUE COME MI PAN HA LEVANTADO CONTRA MI SU TALON.' (Juan 13:18)
Se lo digo desde ahora, antes de que pase, para que cuando suceda, crean que Yo soy. (Juan 13:19)
En verdad les digo, que el que recibe al que Yo envíe, Me recibe a Mí; y el que Me recibe a Mí, recibe a Aquél que Me envió." (Juan 13:20)
Habiendo dicho Jesús esto, se angustió en espíritu, y testificó y dijo: "En verdad les digo que uno de ustedes Me entregará."
Los discípulos se miraban unos a otros, y estaban perplejos sin saber de quién hablaba. (Juan 13:22)
Uno de Sus discípulos, el que Jesús amaba, estaba a la mesa reclinado en el pecho de Jesús. (Juan 13:23)
Por eso Simón Pedro le hizo señas, y le dijo: "Dinos de quién habla." (Juan 13:24)

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Juan 13:21 - Referencia Cruzada

Y durante la cena, como ya el diablo había puesto en el corazón de Judas Iscariote, hijo de Simón, el que Lo entregara, (Juan 13:2)
No hablo de todos ustedes. Yo conozco a los que he escogido; pero es para que se cumpla la Escritura: 'EL QUE COME MI PAN HA LEVANTADO CONTRA MI SU TALON.' (Juan 13:18)
Y estando sentados a la mesa comiendo, Jesús dijo: "En verdad les digo que uno de ustedes Me entregará; el que come conmigo." (Marcus 14:18)
Hermanos, tenía que cumplirse la Escritura en que por boca de David el Espíritu Santo predijo acerca de Judas (Iscariote), el que se hizo guía de los que prendieron a Jesús. (Hechos 1:16)
Mientras Pablo los esperaba en Atenas, su espíritu se enardecía (se indignaba) dentro de él al contemplar la ciudad llena de ídolos. (Hechos 17:16)
Y mirando con enojo a los que Lo rodeaban, y entristecido por la dureza de sus corazones, le dijo al hombre: "Extiende tu mano." Y él la extendió, y su mano quedó sana. (Marcus 3:5)
Ahora Mi alma se ha angustiado; y ¿qué diré: 'Padre, sálvame de esta hora'? Pero para esto he llegado a esta hora. (Juan 12:27)
de que tengo gran tristeza y continuo dolor en mi corazón. (Romanos 9:2)
Y cuando Jesús la vio llorando, y a los Judíos que vinieron con ella llorando también, se conmovió profundamente en el espíritu, y se entristeció. (Juan 11:33)
Entonces les dijo: "Mi alma está muy afligida, hasta el punto de la muerte; quédense aquí y velen junto a Mí." (Mateo 26:38)
Jesús lloró. (Juan 11:35)
Cuando llegué a Troas para predicar el evangelio de Cristo, y se me abrió una puerta en el Señor, (2 Corintios 2:12)
Entonces Jesús, de nuevo profundamente conmovido, fue al sepulcro. Era una cueva, y tenía una piedra puesta sobre ella. (Juan 11:38)
Y mientras comían, dijo: "En verdad les digo que uno de ustedes Me entregará." (Mateo 26:21)
Pero, vean, la mano del que Me entrega está junto a Mí en la mesa. (Lucas 22:21)
Ellos salieron de nosotros, pero en realidad no eran de nosotros, porque si hubieran sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros. Pero salieron, a fin de que se manifestara que no todos son de nosotros. (1 Juan 2:19)