Nueva Biblia Latinoamericana
dijeron a Jesús: "Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo del adulterio. (Juan 8:4)
Y en la Ley, Moisés nos ordenó apedrear a esta clase de mujeres. ¿Tú, pues, qué dices?" (Juan 8:5)
Decían esto, poniendo a prueba a Jesús, para tener de qué acusarlo. Pero Jesús se inclinó y con el dedo escribía en la tierra. (Juan 8:6)
Pero como insistían en preguntar, Jesús se enderezó y les dijo: "El que de ustedes esté sin pecado, sea el primero en tirarle una piedra."
E inclinándose de nuevo, escribía en la tierra. (Juan 8:8)
Al oír ellos esto, se fueron retirando uno a uno comenzando por los de mayor edad, y dejaron solo a Jesús y a la mujer que estaba en medio. (Juan 8:9)
Enderezándose Jesús, le dijo: "Mujer, ¿dónde están ellos? ¿Ninguno te ha condenado?" (Juan 8:10)

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Juan 8:7 - Referencia Cruzada

Por lo cual no tienes excusa, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas, pues al juzgar a otro, a ti mismo te condenas, porque tú que juzgas practicas las mismas cosas. (Romanos 2:1)
En Su mano derecha tenía siete estrellas, y de Su boca salía una espada aguda de dos filos. Su rostro era como el sol cuando brilla con toda su fuerza. (Apocalipsis 1:16)
Que su conversación sea siempre con gracia, sazonada como con sal, para que sepan cómo deben responder a cada persona. (Colosenses 4:6)
¿No es Mi palabra como fuego," declara el SEÑOR, "y como martillo que despedaza la roca?" (Jeremías 23:29)
tú, pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú que predicas (proclamas) que no se debe robar, ¿robas? (Romanos 2:21)
Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta la división del alma y del espíritu, de las coyunturas y los tuétanos, y es poderosa para discernir (juzgar) los pensamientos y las intenciones del corazón. (Hebreos 4:12)
Hay quien habla sin tino como golpes de espada, Pero la lengua de los sabios sana. (Proverbios 12:18)
Por tanto, arrepiéntete; si no, vendré a ti pronto y pelearé contra ellos con la espada de Mi boca. (Apocalipsis 2:16)
Al que ha de morir se le dará muerte por la declaración de dos o tres testigos. No se le dará muerte por la declaración de un solo testigo. (Deuteronomio 17:6)
No juzguen para que no sean juzgados. (Mateo 7:1)
No respondas al necio de acuerdo con su necedad, Para que no seas tú también como él. (Proverbios 26:4)
Pero si todos profetizan, y entra un incrédulo, o uno sin ese don, por todos será convencido, por todos será juzgado. (1 Corintios 14:24)
De Su boca sale una espada afilada para herir con ella a las naciones y las regirá con vara de hierro. El mismo pisa el lagar del vino del furor de la ira de Dios Todopoderoso. (Apocalipsis 19:15)
¡Ay de ustedes, escribas y Fariseos, hipócritas, que limpian el exterior del vaso y del plato, pero por dentro están llenos de robo y de desenfreno! (Mateo 23:25)
Los guardias respondieron: "¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre habla!" (Juan 7:46)
Pero al impío Dios le dice: "¿Qué derecho tienes tú de hablar de Mis estatutos, Y de tomar Mi pacto en tus labios? (Salmos 50:16)