Nueva Biblia Latinoamericana
dijeron a Jesús: "Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo del adulterio. (John 8:4)
Y en la Ley, Moisés nos ordenó apedrear a esta clase de mujeres. ¿Tú, pues, qué dices?" (John 8:5)
Decían esto, poniendo a prueba a Jesús, para tener de qué acusarlo. Pero Jesús se inclinó y con el dedo escribía en la tierra. (John 8:6)
Pero como insistían en preguntar, Jesús se enderezó y les dijo: "El que de ustedes esté sin pecado, sea el primero en tirarle una piedra."
E inclinándose de nuevo, escribía en la tierra. (John 8:8)
Al oír ellos esto, se fueron retirando uno a uno comenzando por los de mayor edad, y dejaron solo a Jesús y a la mujer que estaba en medio. (John 8:9)
Enderezándose Jesús, le dijo: "Mujer, ¿dónde están ellos? ¿Ninguno te ha condenado?" (John 8:10)

Other publications related to "John 8:7":

Dr. Roberto Miranda
Testify of what God has done
Dr. Roberto Miranda shares the story of the woman with the issue of blood and how it highlights the power of God in Jesus Christ. This article inspires us to testify about the things God has done in our lives.


Dr. Roberto Miranda
Jesus, greater than Moses and the Law
In this article, Dr. Roberto Miranda discusses the power of Jesus to heal and restore as demonstrated in the narrative of the paralytic in John 5. He emphasizes the importance of presenting Jesus Christ as the focus of Christianity rather than a religious system or institution, and highlights the superiority of Jesus over the Old Testament system of healing. The article also touches on the doctrine of hell and the invitation to accept Christ for salvation and eternal life.


John 8:7 - Cross Reference

Por lo cual no tienes excusa, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas, pues al juzgar a otro, a ti mismo te condenas, porque tú que juzgas practicas las mismas cosas. (Romans 2:1)
En Su mano derecha tenía siete estrellas, y de Su boca salía una espada aguda de dos filos. Su rostro era como el sol cuando brilla con toda su fuerza. (Revelation 1:16)
Que su conversación sea siempre con gracia, sazonada como con sal, para que sepan cómo deben responder a cada persona. (Colossians 4:6)
¿No es Mi palabra como fuego," declara el SEÑOR, "y como martillo que despedaza la roca?" (Jeremiah 23:29)
tú, pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú que predicas (proclamas) que no se debe robar, ¿robas? (Romans 2:21)
Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta la división del alma y del espíritu, de las coyunturas y los tuétanos, y es poderosa para discernir (juzgar) los pensamientos y las intenciones del corazón. (Hebrews 4:12)
Hay quien habla sin tino como golpes de espada, Pero la lengua de los sabios sana. (Proverbs 12:18)
Por tanto, arrepiéntete; si no, vendré a ti pronto y pelearé contra ellos con la espada de Mi boca. (Revelation 2:16)
Al que ha de morir se le dará muerte por la declaración de dos o tres testigos. No se le dará muerte por la declaración de un solo testigo. (Deuteronomy 17:6)
No juzguen para que no sean juzgados. (Matthew 7:1)
No respondas al necio de acuerdo con su necedad, Para que no seas tú también como él. (Proverbs 26:4)
Pero si todos profetizan, y entra un incrédulo, o uno sin ese don, por todos será convencido, por todos será juzgado. (1 Corinthians 14:24)
De Su boca sale una espada afilada para herir con ella a las naciones y las regirá con vara de hierro. El mismo pisa el lagar del vino del furor de la ira de Dios Todopoderoso. (Revelation 19:15)
¡Ay de ustedes, escribas y Fariseos, hipócritas, que limpian el exterior del vaso y del plato, pero por dentro están llenos de robo y de desenfreno! (Matthew 23:25)
Los guardias respondieron: "¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre habla!" (John 7:46)
Pero al impío Dios le dice: "¿Qué derecho tienes tú de hablar de Mis estatutos, Y de tomar Mi pacto en tus labios? (Psalm 50:16)