salió de Judea y se fue otra vez para Galilea.
(Juan 4:3)Y El tenía que pasar por Samaria.
(Juan 4:4)Llegó, pues, a una ciudad de Samaria llamada Sicar, cerca de la parcela de tierra que Jacob dio a su hijo José;
(Juan 4:5)y allí estaba el pozo de Jacob. Entonces Jesús, cansado del camino, se sentó junto al pozo. Era cerca del mediodía.
Una mujer de Samaria vino a sacar agua, y Jesús le dijo: "Dame de beber."
(Juan 4:7)Pues Sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar alimentos.
(Juan 4:8)Entonces la mujer Samaritana Le dijo: "¿Cómo es que Tú, siendo Judío, me pides de beber a mí, que soy Samaritana?" (Porque los Judíos no tienen tratos con los Samaritanos.)
(Juan 4:9)Otras publicaciones relacionadas con "Juan 4:6":
Juan 4:6 - Referencia Cruzada
Jesús respondió: "¿No hay doce horas en el día? Si alguien anda de día no tropieza, porque ve la luz de este mundo.
(Juan 11:9)Desde la hora sexta (mediodía) hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora novena (3 p.m.).
(Mateo 27:45)Y de pronto se desató una gran tormenta en el mar de Galilea, de modo que las olas cubrían la barca; pero Jesús estaba dormido.
(Mateo 8:24)Y dio a luz a su Hijo primogénito; Lo envolvió en pañales y Lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.
(Lucas 2:7)Las zorras tienen madrigueras (cuevas) y las aves del cielo nidos," le dijo Jesús, "pero el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza."
(Lucas 9:58)Porque conocen la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que siendo rico, sin embargo por amor a ustedes se hizo pobre, para que por medio de Su pobreza ustedes llegaran a ser ricos.
(2 Corintios 8:9)Porque no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino Uno que ha sido tentado en todo como nosotros , pero sin pecado.
(Hebreos 4:15)Después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, entonces tuvo hambre.
(Mateo 4:2)Por tanto, tenía que ser hecho semejante a Sus hermanos en todo, a fin de que llegara a ser un sumo sacerdote misericordioso y fiel en las cosas que a Dios atañen, para hacer propiciación por los pecados del pueblo.
(Hebreos 2:17)