Entonces se apareció un ángel del cielo, que Lo fortalecía. (Lucas 22:43)

Y estando en agonía, oraba con mucho fervor; y Su sudor se volvió como gruesas gotas de sangre, que caían sobre la tierra. (Lucas 22:44)

Cuando se levantó de orar, fue a los discípulos y los halló dormidos a causa de la tristeza, (Lucas 22:45)

y les dijo: "¿Por qué duermen? Levántense y oren para que no entren en tentación."

Mientras todavía estaba El hablando, llegó una multitud, y el que se llamaba Judas, uno de los doce apóstoles, iba delante de ellos, y se acercó para besar a Jesús. (Lucas 22:47)

Pero Jesús le dijo: "Judas, ¿con un beso entregas al Hijo del Hombre?" (Lucas 22:48)

Cuando los que rodeaban a Jesús vieron lo que iba a suceder, dijeron: "Señor, ¿heriremos a espada?" (Lucas 22:49)

Otras publicaciones relacionadas con "Lucas 22:46":

Si el Señor nos despierta para orar
Artículo sobre la importancia de estar alerta y orar sin dilación, basado en el pasaje del Evangelio de Marcos donde los discípulos de Jesús no pueden mantenerse despiertos mientras Jesús ora en Getsemaní antes de ser entregado y crucificado.

Tocado por un ángel de Dios
En este artículo, el autor reflexiona sobre la importancia de pedir discernimiento a Dios para evitar el orgullo y siempre darle la gloria. También se habla de la existencia de ángeles y demonios en el mundo sobrenatural y la importancia de mantener una postura de fe incondicional ante los misterios de Dios. Se enfatiza en la historia de Pedro y la iglesia que estaba orando por él, pero no creyó que Dios lo había liberado de la cárcel cuando realmente sucedió. El autor llama a tener una fe que pueda creer en los milagros mayores que Dios puede hacer.

Lucas 22:46 - Referencia Cruzada

El capitán se le acercó y le dijo: "¿Cómo es que estás durmiendo? ¡Levántate, invoca a tu Dios! Quizás tu Dios piense en nosotros y no pereceremos." (Jonás 1:6)

Cuando llegó al lugar, les dijo: "Oren para que no entren en tentación." (Lucas 22:40)

No des sueño a tus ojos Ni adormecimiento a tus párpados; (Proverbios 6:4)

Estén alerta, no sea que sus corazones se carguen con disipación, embriaguez y con las preocupaciones de la vida, y aquel día venga súbitamente sobre ustedes como un lazo; (Lucas 21:34)