Nueva Biblia Latinoamericana
¿Quién de ustedes tiene un siervo arando o pastoreando ovejas, y cuando regresa del campo, le dice: 'Ven enseguida y siéntate a comer'? (Lucas 17:7)
¿No le dirá más bien: 'Prepárame algo para cenar, y vístete adecuadamente, y sírveme hasta que haya comido y bebido; y después comerás y beberás tú'? (Lucas 17:8)
¿Acaso le da las gracias al siervo porque hizo lo que se le ordenó? (Lucas 17:9)
Así también ustedes, cuando hayan hecho todo lo que se les ha ordenado, digan: 'Siervos inútiles somos; hemos hecho sólo lo que debíamos haber hecho.'"
Aconteció que mientras Jesús iba camino a Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea, (Lucas 17:11)
y al entrar en cierta aldea, Le salieron al encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a distancia, (Lucas 17:12)
y gritaron: "¡Jesús, Maestro! ¡Ten misericordia de nosotros!" (Lucas 17:13)

Otras publicaciones relacionadas con "Lucas 17:10":

Dr. Roberto Miranda
Somos siervos inútiles, inmerecedores de ninguna alabanza
En esta predicación, el pastor habla sobre la parábola de Jesús en Lucas 17:7-10 y enfatiza la importancia de entender que somos siervos de Dios y que debemos estar disponibles y dispuestos a hacer lo que Él nos pida sin esperar nada a cambio.


Omar Soto
Completa la obra, Señor!
Reflexión sobre la importancia de tener un corazón agradecido y enfocado en la gratitud en lugar de solo en las propias necesidades, a través de la historia de los diez leprosos sanados por Jesús.


Lucas 17:10 - Referencia Cruzada

Pero ¿quién soy yo y quién es mi pueblo para que podamos ofrecer tan generosamente todo esto? Porque de Ti proceden todas las cosas, y de lo recibido de Tu mano Te damos. (1 Crónicas 29:14)
quien en otro tiempo te era inútil, pero ahora nos es útil a ti y a mí. (Filemón 1:11)
Entonces los justos Le responderán, diciendo: 'Señor, ¿cuándo Te vimos hambriento y Te dimos de comer, o sediento y Te dimos de beber? (Mateo 25:37)
Entonces dije: "¡Ay de mí! Porque perdido estoy, Pues soy hombre de labios inmundos Y en medio de un pueblo de labios inmundos habito, Porque mis ojos han visto al Rey, el SEÑOR de los ejércitos." (Isaías 6:5)
¿O QUIEN LE HA DADO A EL PRIMERO PARA QUE SE LE TENGA QUE RECOMPENSAR? (Romanos 11:35)
Y aún más, yo estimo como pérdida todas las cosas en vista del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por El lo he perdido todo, y lo considero como basura a fin de ganar a Cristo, (Filipenses 3:8)
Yo dije al SEÑOR: "Tú eres mi Señor; Ningún bien tengo fuera de Ti." (Salmos 16:2)
¿Puede un hombre ser útil a Dios, O un sabio útil para sí mismo? (Job 22:2)
Asimismo ustedes, los más jóvenes, estén sujetos a los mayores (los ancianos). Y todos, revístanse de humildad en su trato mutuo, porque DIOS RESISTE A LOS SOBERBIOS, PERO DA GRACIA A LOS HUMILDES. (1 Pedro 5:5)
Porque yo soy el más insignificante de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, pues perseguí a la iglesia de Dios. (1 Corintios 15:9)
Todos nosotros somos como el inmundo, Y como trapo de inmundicia todas nuestras obras justas. Todos nos marchitamos como una hoja, Y nuestras iniquidades, como el viento, nos arrastran. (Isaías 64:6)
Sea su camino tenebroso y resbaladizo, Con el ángel del SEÑOR persiguiéndolos. (Salmos 35:6)
Si has pecado, ¿qué logras tú contra El? Y si tus transgresiones son muchas, ¿qué Le haces? (Job 35:6)
Todos los caminos del hombre son limpios ante sus propios ojos, Pero el SEÑOR sondea los espíritus. (Proverbios 16:2)
TODOS SE HAN DESVIADO, A UNA SE HICIERON INUTILES; NO HAY QUIEN HAGA LO BUENO, NO HAY NI SIQUIERA UNO. (Romanos 3:12)
Y al siervo inútil, échenlo en las tinieblas de afuera; allí será el llanto y el crujir de dientes. (Mateo 25:30)
Porque si predico el evangelio (anuncio las buenas nuevas), no tengo nada de qué gloriarme, pues estoy bajo el deber de hacerlo. Pues ¡ay de mí si no predico el evangelio! (1 Corintios 9:16)