Entonces Jesús les dijo esta parábola: "Cierto hombre tenía una higuera plantada en su viña; y fue a buscar fruto de ella y no lo halló.
(Lucas 13:6)Y dijo al viñador: 'Mira, hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no lo hallo. Córtala. ¿Por qué ha de cansar la tierra?'
(Lucas 13:7)El viñador le respondió: 'Señor, déjala por este año todavía, hasta que yo cave alrededor de ella, y le eche abono,
(Lucas 13:8)y si da fruto el año que viene, bien; y si no, córtala.'"
Jesús estaba enseñando en una de las sinagogas un día de reposo,
(Lucas 13:10)y había allí una mujer que durante dieciocho años había tenido una enfermedad causada por un espíritu; estaba encorvada, y de ninguna manera se podía enderezar.
(Lucas 13:11)Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: "Mujer, has quedado libre de tu enfermedad."
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Lucas 13:9 - Referencia Cruzada
Que la mesa delante de ellos se convierta en lazo, Y cuando estén en paz, se vuelva una trampa.
(Salmos 69:22)Oí al ángel de las aguas, que decía: "Justo eres Tú, el que eres, y el que eras, oh Santo, porque has juzgado estas cosas;
(Apocalipsis 16:5)¿hemos de quebrantar de nuevo Tus mandamientos emparentándonos con los pueblos que cometen estas abominaciones? ¿No Te enojarías con nosotros hasta destruirnos , sin que quedara remanente ni quien escapara?
(Esdras 9:14)Todo sarmiento que en Mí no da fruto, lo quita; y todo el que da fruto, lo poda para que dé más fruto.
(Juan 15:2)hemos pecado, hemos cometido iniquidad, hemos hecho lo malo, nos hemos rebelado y nos hemos apartado de Tus mandamientos y de Tus ordenanzas.
(Daniel 9:5)Estos mataron tanto al Señor Jesús como a los profetas, y a nosotros nos expulsaron, y no agradan a Dios sino que son contrarios a todos los hombres,
(1 Tesalonicenses 2:15)Pero si produce espinos y cardos no vale nada, está próxima a ser maldecida, y termina por ser quemada.
(Hebreos 6:8)Y cantaban el cántico de Moisés, siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo: "¡Grandes y maravillosas son Tus obras, oh Señor Dios, Todopoderoso! ¡Justos y verdaderos son Tus caminos, oh Rey de las naciones!
(Apocalipsis 15:3)