Y otra parte cayó en tierra buena, y creció y produjo una cosecha a ciento por uno." Al hablar estas cosas, Jesús exclamaba: "El que tiene oídos para oír, que oiga."
(Lucas 8:8)
Sus discípulos Le preguntaban qué quería decir esta parábola,
(Lucas 8:9)
y El respondió: "A ustedes se les ha concedido conocer los misterios del reino de Dios, pero a los demás les hablo en parábolas, para que VIENDO, NO VEAN; Y OYENDO, NO ENTIENDAN.
(Lucas 8:10)
La parábola es ésta: la semilla es la palabra de Dios.
Aquéllos a lo largo del camino son los que han oído, pero después viene el diablo y arrebata la palabra de sus corazones, para que no crean y se salven.
(Lucas 8:12)
Aquéllos sobre la roca son los que, cuando oyen, reciben la palabra con gozo; pero no tienen raíz profunda; creen por algún tiempo, y en el momento de la tentación sucumben.
(Lucas 8:13)
La semilla que cayó entre los espinos, son los que han oído, y al continuar su camino son ahogados por las preocupaciones, las riquezas y los placeres de la vida, y su fruto no madura.
(Lucas 8:14)
Otras publicaciones relacionadas con "Lucas 8:11":
Lucas 8:11 - Referencia Cruzada
Pues han nacido de nuevo, no de una simiente corruptible, sino de una que es incorruptible, es decir, mediante la palabra de Dios que vive y permanece.
(1 Pedro 1:23)
¡A la ley y al testimonio! Si ellos no hablan conforme a esta palabra, es porque no hay para ellos amanecer.
(Isaías 8:20)
Por lo cual, desechando toda inmundicia y todo resto de malicia, reciban ustedes con humildad (mansedumbre) la palabra implantada, que es poderosa para salvar sus almas.
(Santiago 1:21)
A todo el que oye la palabra del reino y no la entiende, el maligno viene y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es aquél en quien se sembró la semilla junto al camino.
(Mateo 13:19)
Yo planté, Apolos regó, pero Dios ha dado el crecimiento.
(1 Corintios 3:6)
Porque nosotros somos colaboradores en la labor de Dios, y ustedes son el campo de cultivo de Dios, el edificio de Dios.
(1 Corintios 3:9)
El sembrador siembra la palabra.
(Marcus 4:14)