Nueva Biblia Latinoamericana
Mateo y Tomás; Jacobo (Santiago), hijo de Alfeo, y Simón, al que llamaban el Zelote; (Lucas 6:15)
Judas, hijo de Jacobo (Santiago), y Judas Iscariote, que llegó a ser traidor. (Lucas 6:16)
Descendió con ellos y se detuvo en un lugar llano. Había una gran multitud de Sus discípulos y una gran muchedumbre del pueblo, de toda Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón, (Lucas 6:17)
que habían ido para oír a Jesús y para ser sanados de sus enfermedades; y los que eran atormentados por espíritus inmundos eran curados.
Y toda la multitud procuraba tocar a Jesús, porque de El salía un poder que a todos sanaba. (Lucas 6:19)
Volviendo su vista hacia Sus discípulos, decía: "Bienaventurados ustedes los pobres, porque de ustedes es el reino de Dios. (Lucas 6:20)
Bienaventurados ustedes los que ahora tienen hambre, porque serán saciados. Bienaventurados ustedes los que ahora lloran, porque reirán. (Lucas 6:21)

Otras publicaciones relacionadas con "Lucas 6:18":

Dr. Roberto Miranda
Por su fe Bartimeo es sacado del anonimato de la multitud
El pastor Roberto Miranda habla sobre la importancia de tener una fe militante como la de Bartimeo y ser una iglesia comprometida y radical en el Reino de Dios. Invita a los creyentes a buscar su propia comida espiritual en la Palabra de Dios y ser desesperados en la oración para recibir las bendiciones específicas de Dios.


Dr. Roberto Miranda
Una Cita con Cristo : Multiplicación de los panes y peces (Marcos 6:30) Parte 5
Una reflexión sobre el relato bíblico de la multiplicación de los panes y peces en Marcos 6:30 y la compasión de Cristo hacia la multitud que lo seguía, contrastada con la actitud superficial y egoísta de los discípulos. Se destaca la importancia de ser instrumentos de la gracia de Dios y amar y servir a los demás como Cristo lo hizo para ser verdaderamente felices y recibir la bendición de Dios.


Lucas 6:18 - Referencia Cruzada

También la gente (la multitud) de las ciudades en los alrededores de Jerusalén acudía trayendo enfermos y atormentados por espíritus inmundos, y todos eran sanados. (Hechos 5:16)
Señor, ten misericordia de mi hijo, porque es epiléptico y sufre terriblemente, porque muchas veces cae en el fuego y muchas en el agua. (Mateo 17:15)
Entonces una mujer Cananea que había salido de aquella región, comenzó a gritar: "Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí; mi hija está terriblemente endemoniada." (Mateo 15:22)