Cuando se hizo de día, llamó a Sus discípulos y escogió doce de ellos, a los que también dio el nombre de apóstoles: (Lucas 6:13)

Simón, a quien también llamó Pedro, y Andrés su hermano; Jacobo (Santiago) y Juan; Felipe y Bartolomé; (Lucas 6:14)

Mateo y Tomás; Jacobo (Santiago), hijo de Alfeo, y Simón, al que llamaban el Zelote; (Lucas 6:15)

Judas, hijo de Jacobo (Santiago), y Judas Iscariote, que llegó a ser traidor.

Descendió con ellos y se detuvo en un lugar llano. Había una gran multitud de Sus discípulos y una gran muchedumbre del pueblo, de toda Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón, (Lucas 6:17)

que habían ido para oír a Jesús y para ser sanados de sus enfermedades; y los que eran atormentados por espíritus inmundos eran curados. (Lucas 6:18)

Y toda la multitud procuraba tocar a Jesús, porque de El salía un poder que a todos sanaba. (Lucas 6:19)

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Lucas 6:16 - Referencia Cruzada

Judas (no el Iscariote) Le dijo: "Señor, ¿y qué ha pasado que Te vas a manifestar a nosotros y no al mundo?" (Juan 14:22)

Judas, siervo de Jesucristo y hermano de Jacobo (Santiago), a los llamados, amados en Dios Padre y guardados para Jesucristo: (Judas 1:1)

Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Jacobo (Santiago), hijo de Alfeo, Tadeo, Simón el Cananita; (Marcus 3:18)

Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo, el recaudador de impuestos; Jacobo (Santiago), el hijo de Alfeo, y Tadeo; (Mateo 10:3)

Jesús les respondió: "¿No los escogí Yo a ustedes, los doce, y sin embargo uno de ustedes es un diablo?" (Juan 6:70)

Entonces uno de los doce, llamado Judas Iscariote, fue a los principales sacerdotes, (Mateo 26:14)

para ocupar (tomar el lugar de) este ministerio y apostolado, del cual Judas se desvió para irse al lugar que le correspondía." (Hechos 1:25)

Hermanos, tenía que cumplirse la Escritura en que por boca de David el Espíritu Santo predijo acerca de Judas (Iscariote), el que se hizo guía de los que prendieron a Jesús. (Hechos 1:16)

Entonces Judas, el que Lo había entregado, viendo que Jesús había sido condenado, sintió remordimiento y devolvió las treinta monedas de plata (30 siclos: 432 gramos de plata) a los principales sacerdotes y a los ancianos, (Mateo 27:3)