Entonces el sumo sacerdote levantándose, se puso en medio y preguntó a Jesús: "¿No respondes nada? ¿Qué testifican éstos contra Ti?"
(Marcus 14:60)Pero El se quedó callado y nada respondía. Le volvió a preguntar el sumo sacerdote: "¿Eres Tú el Cristo (el Mesías), el Hijo del Bendito?"
(Marcus 14:61)Jesús le contestó: "Yo soy; y verán al HIJO DEL HOMBRE SENTADO A LA DIESTRA DEL PODER y VINIENDO CON LAS NUBES DEL CIELO."
(Marcus 14:62)Entonces el sumo sacerdote, rasgando sus ropas, dijo: "¿Qué necesidad tenemos de más testigos?
Han oído la blasfemia; ¿qué les parece?" Y todos Lo condenaron, diciendo que era digno de muerte.
(Marcus 14:64)Y algunos comenzaron a escupir a Jesús, Le cubrían el rostro y Le daban puñetazos, y Le decían: "¡Profetiza!" También los guardias Lo recibieron a bofetadas.
(Marcus 14:65)Estando Pedro abajo en el patio, llegó una de las sirvientas del sumo sacerdote,
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Marcus 14:63 - Referencia Cruzada
Y sucedía que después que Jehudí había leído tres o cuatro columnas, el rey lo cortaba con el cuchillo del escriba y lo echaba al fuego que estaba en el brasero, hasta consumir todo el rollo en el fuego que estaba en el brasero.
(Jeremías 36:23)Y Josué, hijo de Nun, y Caleb, hijo de Jefone, que eran de los que habían reconocido la tierra, rasgaron sus vestidos;
(Números 14:6)Y el que sea sumo sacerdote entre sus hermanos, sobre cuya cabeza haya sido derramado el aceite de la unción y que haya sido consagrado para llevar las vestiduras, no descubrirá su cabeza ni rasgará sus vestiduras.
(Levítico 21:10)Entonces el sumo sacerdote rasgó sus vestiduras, diciendo: "¡Ha blasfemado! ¿Qué necesidad tenemos de más testigos? Ahora mismo ustedes han oído la blasfemia.
(Mateo 26:65)Entonces Eliaquim, hijo de Hilcías, mayordomo de la casa real, el escriba Sebna y el cronista Joa, hijo de Asaf, fueron a Ezequías con sus vestidos rasgados, y le relataron las palabras del Rabsaces.
(Isaías 36:22)El sacerdote de Júpiter, cuyo templo estaba en las afueras de la ciudad, trajo toros y guirnaldas a las puertas, y quería ofrecer sacrificios junto con la multitud.
(Hechos 14:13)