Nueva Biblia Latinoamericana
Entonces el sumo sacerdote, levantándose, Le dijo: "¿No respondes nada? ¿Qué testifican éstos contra Ti?" (Mateo 26:62)
Pero Jesús se quedó callado. Y el sumo sacerdote Le dijo: "Te ordeno por el Dios viviente que nos digas si Tú eres el Cristo (el Mesías), el Hijo de Dios." (Mateo 26:63)
Jesús le contestó: "Tú mismo lo has dicho; sin embargo, a ustedes les digo que desde ahora verán AL HIJO DEL HOMBRE SENTADO A LA DIESTRA DEL PODER, y VINIENDO SOBRE LAS NUBES DEL CIELO." (Mateo 26:64)
Entonces el sumo sacerdote rasgó sus vestiduras, diciendo: "¡Ha blasfemado! ¿Qué necesidad tenemos de más testigos? Ahora mismo ustedes han oído la blasfemia.
¿Qué les parece?" "¡El es digno de muerte!" le contestaron. (Mateo 26:66)
Entonces Le escupieron en el rostro y Le dieron puñetazos; y otros Lo abofeteaban, (Mateo 26:67)
y Le decían: "Adivina, Cristo (Mesías), ¿quién es el que Te ha golpeado?" (Mateo 26:68)

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Mateo 26:65 - Referencia Cruzada

ni jorobado, ni enano, ni uno que tenga defecto en un ojo, o sarna, o postillas, ni castrado. (Levítico 21:20)
Entonces los escribas y Fariseos comenzaron a razonar, diciendo: "¿Quién es Este que habla blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?" (Lucas 5:21)
Sienten a dos hombres malvados delante de él que testifiquen contra él, diciendo: 'Tú has blasfemado a Dios y al rey.' Entonces sáquenlo y apedréenlo para que muera." (1 Reyes 21:10)
Entonces el sumo sacerdote, rasgando sus ropas, dijo: "¿Qué necesidad tenemos de más testigos? (Marcus 14:63)
Pero cuando lo oyeron los apóstoles Bernabé y Pablo, rasgaron sus ropas y se lanzaron en medio de la multitud, gritando: (Hechos 14:14)
Y algunos de los escribas decían para sí: "Este blasfema." (Mateo 9:3)
Los Judíos Le contestaron: "No Te apedreamos por ninguna obra buena, sino por blasfemia; y porque Tú, siendo hombre, te haces Dios." (Juan 10:33)
Entonces Eliaquim, hijo de Hilcías, mayordomo de la casa real, el escriba Sebna y el cronista Joa, hijo de Asaf, fueron a Ezequías con sus vestidos rasgados, y le relataron las palabras del Rabsaces. (2 Reyes 18:37)
Y Josué, hijo de Nun, y Caleb, hijo de Jefone, que eran de los que habían reconocido la tierra, rasgaron sus vestidos; (Números 14:6)
Ni el rey ni ninguno de sus siervos que oyeron todas estas palabras tuvieron temor ni rasgaron sus vestiduras. (Jeremías 36:24)
¿a quien el Padre santificó y envió al mundo, ustedes dicen: 'Blasfemas,' porque dije: 'Yo soy el Hijo de Dios'? (Juan 10:36)