Entonces ellos echaron mano a Jesús y Lo prendieron.
(Marcus 14:46)Pero uno de los que estaban allí, sacando la espada, hirió al siervo del sumo sacerdote y le cortó la oreja.
(Marcus 14:47)Y dirigiéndose Jesús a ellos, les dijo: "¿Como contra un ladrón han salido con espadas y palos para asegurarse que Me arrestaban?
(Marcus 14:48)Cada día estaba con ustedes en el templo enseñando, y no Me prendieron; pero esto ha sucedido para que se cumplan las Escrituras."
Cierto joven seguía a Jesús, vestido sólo con una sábana sobre su cuerpo desnudo; y lo prendieron;
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Marcus 14:49 - Referencia Cruzada
Porque les digo que es necesario que en Mí se cumpla esto que está escrito: 'Y CON LOS TRANSGRESORES FUE CONTADO;' pues ciertamente, lo que se refiere a Mí, tiene su cumplimiento."
(Lucas 22:37)Pero, ¿cómo se cumplirían entonces las Escrituras que dicen que así debe suceder?"
(Mateo 26:54)Mientras enseñaba en el templo Jesús decía: "¿Por qué dicen los escribas que el Cristo (el Mesías) es hijo de David?
(Marcus 12:35)Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había hablado por medio del profeta (Isaías), diciendo:
(Mateo 1:22)Jesús le respondió: "Yo he hablado al mundo públicamente; siempre enseñé en la sinagoga y en el templo, donde se reúnen todos los Judíos, y nada he hablado en secreto.
(Juan 18:20)Cuando Jesús llegó al templo, los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo se acercaron a El mientras enseñaba, diciendo: "¿Con qué autoridad haces estas cosas, y quién Te dio esta autoridad?"
(Mateo 21:23)Pero todo esto ha sucedido para que se cumplan las Escrituras de los profetas." Entonces todos los discípulos Lo abandonaron y huyeron.
(Mateo 26:56)¿Quién ha creído a nuestro mensaje? ¿A quién se ha revelado el brazo del SEÑOR?
(Isaías 53:1)Jesús entonces, mientras enseñaba en el templo, exclamó en alta voz: "Ustedes Me conocen y saben de dónde soy. Yo no he venido por decisión propia, pero Aquél que Me envió es verdadero, a quien ustedes no conocen.
(Juan 7:28)Para el director del coro; según "Los Lirios." Salmo de David. Sálvame, oh Dios, Porque las aguas me han llegado hasta el alma.
(Salmos 69:1)Jesús enseñaba diariamente en el templo. Pero los principales sacerdotes, los escribas y los más prominentes del pueblo procuraban matar a Jesús;
(Lucas 19:47)Setenta semanas han sido decretadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para poner fin a la transgresión, para terminar con el pecado, para expiar la iniquidad, para traer justicia eterna, para sellar la visión y la profecía, y para ungir el lugar santísimo.
(Daniel 9:24)En el último día, el gran día de la fiesta, Jesús puesto en pie, exclamó en alta voz: "Si alguien tiene sed, que venga a Mí y beba.
(Juan 7:37)Llegaron a Jerusalén; y entrando Jesús en el templo, comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban en el templo; volcó las mesas de los que cambiaban el dinero y los asientos de los que vendían las palomas,
(Marcus 11:15)Durante el día Jesús enseñaba en el templo, pero al oscurecer salía y pasaba la noche en el monte llamado de los Olivos.
(Lucas 21:37)Para el director del coro; sobre ajelet Hasahar. Salmo de David. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? ¿Por qué estás tan lejos de mi salvación y de las palabras de mi clamor?
(Salmos 22:1)Llegaron de nuevo a Jerusalén; y cuando Jesús andaba por el templo, se acercaron a El los principales sacerdotes, los escribas y los ancianos,
(Marcus 11:27)Entonces Jesús les dijo: "¡Oh insensatos y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho!
(Lucas 24:25)Al amanecer, vino otra vez al templo, y todo el pueblo venía a El; y sentándose, les enseñaba.
(Juan 8:2)Era invierno, y Jesús andaba por el templo, en el pórtico de Salomón.
(Juan 10:23)Después Jesús les dijo: "Esto es lo que Yo les decía cuando todavía estaba con ustedes: que era necesario que se cumpliera todo lo que sobre Mí está escrito en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos."
(Lucas 24:44)Jesús les habló otra vez, diciendo: "Yo soy la Luz del mundo; el que Me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la Luz de la vida."
(Juan 8:12)