Nueva Biblia Latinoamericana
Al oír Josué el ruido del pueblo que gritaba, dijo a Moisés: "Hay gritos de guerra en el campamento." (Éxodo 32:17)
Pero él respondió: "No es ruido de gritos de victoria, Ni es ruido de lamentos de derrota; Sino que oigo voces de canto." (Éxodo 32:18)
Tan pronto como Moisés se acercó al campamento, vio el becerro y las danzas. Se encendió la ira de Moisés, arrojó las tablas de sus manos, y las hizo pedazos al pie del monte. (Éxodo 32:19)
Y tomando el becerro que habían hecho, lo quemó en el fuego, lo molió hasta reducirlo a polvo y lo esparció sobre el agua, e hizo que los Israelitas la bebieran.
Entonces dijo Moisés a Aarón: "¿Qué te ha hecho este pueblo para que hayas traído sobre él tan gran pecado?" (Éxodo 32:21)
No se encienda la ira de mi señor," respondió Aarón; "tú conoces al pueblo, que es propenso al mal. (Éxodo 32:22)
Porque me dijeron: 'Haznos un dios que vaya delante de nosotros, pues no sabemos qué le haya acontecido a este Moisés, el hombre que nos sacó de la tierra de Egipto.' (Éxodo 32:23)

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Éxodo 32:20 - Referencia Cruzada

Pero así harán ustedes con ellos: derribarán sus altares, destruirán sus pilares sagrados, y cortarán sus imágenes de Asera, y quemarán a fuego sus imágenes talladas. (Deuteronomio 7:5)
Y sacó la Asera de la casa del SEÑOR fuera de Jerusalén, al torrente Cedrón, y la quemó junto al torrente Cedrón; la redujo a polvo y arrojó el polvo sobre los sepulcros de los hijos del pueblo. (2 Reyes 23:6)
Y tomé el objeto del pecado de ustedes, el becerro que se habían hecho, y lo quemé en el fuego, y lo hice pedazos, desmenuzándolo hasta que quedó tan fino como el polvo; y eché su polvo al arroyo que bajaba del monte. (Deuteronomio 9:21)
El de corazón descarriado se saciará de sus caminos, Pero el hombre bueno estará satisfecho con el suyo. (Proverbios 14:14)
Además, derribó el altar que estaba en Betel y el lugar alto que había hecho Jeroboam, hijo de Nabat, el que hizo pecar a Israel, o sea, derribó también aquel altar y el lugar alto, destruyó sus piedras, las redujo a polvo y quemó la Asera. (2 Reyes 23:15)
Quemarás a fuego las esculturas de sus dioses; no codiciarás la plata ni el oro que las recubren, ni lo tomarás para ti, no sea que por ello caigas en un lazo, porque es abominación al SEÑOR tu Dios. (Deuteronomio 7:25)
Comerán del fruto de su conducta, Y de sus propias artimañas se hartarán. (Proverbios 1:31)