Nueva Biblia Latinoamericana
Entonces Moisés suplicó ante el SEÑOR su Dios, y dijo: "Oh SEÑOR, ¿por qué se enciende Tu ira contra Tu pueblo, que Tú has sacado de la tierra de Egipto con gran poder y con mano fuerte? (Éxodo 32:11)
¿Por qué han de hablar los Egipcios, diciendo: 'Con malas intenciones los ha sacado, para matarlos en los montes y para exterminarlos de la superficie de la tierra'? Vuélvete del ardor de Tu ira, y desiste de hacer daño a Tu pueblo. (Éxodo 32:12)
Acuérdate de Abraham, de Isaac y de Israel, Tus siervos, a quienes juraste por Ti mismo, y les dijiste: 'Yo multiplicaré la descendencia de ustedes como las estrellas del cielo, y toda esta tierra de la cual he hablado, daré a sus descendientes, y ellos la heredarán para siempre.'" (Éxodo 32:13)
Y el SEÑOR desistió de hacer el daño que había dicho que haría a Su pueblo.
Entonces se volvió Moisés y descendió del monte con las dos tablas del testimonio en su mano, tablas escritas por ambos lados. Por uno y por el otro estaban escritas. (Éxodo 32:15)
Las tablas eran obra de Dios, y la escritura era escritura de Dios grabada sobre las tablas. (Éxodo 32:16)
Al oír Josué el ruido del pueblo que gritaba, dijo a Moisés: "Hay gritos de guerra en el campamento." (Éxodo 32:17)

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Éxodo 32:14 - Referencia Cruzada

Cuando el ángel extendió su mano hacia Jerusalén para destruirla, el SEÑOR se arrepintió del mal, y dijo al ángel que destruía al pueblo: "¡Basta! ¡Detén ahora tu mano!" Y el ángel del SEÑOR estaba junto a la era de Arauna el Jebuseo. (2 Samuel 24:16)
Cuando Dios vio sus acciones, que se habían apartado de su mal camino, entonces Dios se arrepintió del mal que había dicho que les haría, y no lo hizo. (Jonás 3:10)
Ahora bien, enmienden sus caminos y sus obras, y obedezcan al SEÑOR su Dios, y el SEÑOR se arrepentirá del mal que ha pronunciado contra ustedes. (Jeremías 26:13)
Rasguen su corazón y no sus vestidos." Vuelvan ahora al SEÑOR su Dios, Porque El es compasivo y clemente, Lento para la ira, abundante en misericordia, Y se arrepiente de infligir el mal. (Joel 2:13)
¿Acaso Ezequías, rey de Judá, y todo Judá le dieron muerte a Miqueas? ¿No temió él al SEÑOR y suplicó el favor del SEÑOR, y el SEÑOR se arrepintió del mal que había pronunciado contra ellos? Nosotros, pues, estamos cometiendo un gran mal contra nosotros mismos." (Jeremías 26:19)
Y oró al SEÑOR: "¡Ah SEÑOR! ¿No era esto lo que yo decía cuando aún estaba en mi tierra? Por eso me anticipé a huir a Tarsis. Porque yo sabía que Tú eres un Dios clemente y compasivo, lento para la ira y rico en misericordia, y que Te arrepientes del mal anunciado . (Jonás 4:2)
Yo hubiera dicho: "Los haré pedazos, Borraré la memoria de ellos de entre los hombres," (Deuteronomio 32:26)
pero si esa nación contra la que he hablado se vuelve de su maldad, me arrepentiré del mal que pensaba traer sobre ella. (Jeremías 18:8)
Y se acordó de Su pacto por amor a ellos, Y se arrepintió conforme a la grandeza de Su misericordia. (Salmos 106:45)
Después Dios envió un ángel a Jerusalén para destruirla; pero cuando estaba a punto de destruirla, el SEÑOR miró y sintió pesar por la calamidad, y dijo al ángel destructor: "Basta, detén ahora tu mano." Y el ángel del SEÑOR estaba junto a la era de Ornán el Jebuseo. (1 Crónicas 21:15)