Nueva Biblia Latinoamericana
Entonces les dio órdenes estrictas de que nadie se enterara de esto; y dijo que le dieran de comer a la niña. (Marcus 5:43)
Jesús se marchó de allí y llegó a Su pueblo, y Sus discípulos Lo siguieron. (Marcus 6:1)
Cuando llegó el día de reposo, comenzó a enseñar en la sinagoga; y muchos que escuchaban se asombraban, diciendo: "¿Dónde obtuvo Este tales cosas, y cuál es esta sabiduría que Le ha sido dada, y estos milagros que hace con Sus manos? (Marcus 6:2)
¿No es Este el carpintero, el hijo de María, y hermano de Jacobo (Santiago), José, Judas y Simón? ¿No están Sus hermanas aquí con nosotros?" Y se escandalizaban a causa de El.
Y Jesús les dijo: "No hay profeta sin honra sino en su propia tierra, y entre sus parientes y en su casa." (Marcus 6:4)
Y no pudo hacer allí ningún milagro; sólo sanó a unos pocos enfermos sobre los cuales puso Sus manos. (Marcus 6:5)
Estaba maravillado de la incredulidad de ellos. Y recorría las aldeas de alrededor enseñando. (Marcus 6:6)

Otras publicaciones relacionadas con "Marcus 6:3":

Dr. Roberto Miranda
Jesús, mayor que Moisés y la Ley
En este artículo se explora la presentación de Jesús como el centro de la enseñanza en Juan 5, confrontando el sistema religioso y presentándolo como la fundación de la salvación y la vida eterna. Se destaca la importancia de tener una relación personal con Cristo y de enfocarse en enamorarse de él en lugar de la iglesia, así como de aceptarlo como salvador para pasar de muerte a vida.


Dr. Roberto Miranda
Luchando por la tierra más allá de tu propio patio trasero
El pastor comparte su experiencia con la liberación de personas demoníacamente oprimidas en su iglesia y se centra en el pasaje bíblico de Lucas 13:10-17 sobre la mujer encorvada que estaba poseída por un espíritu de enfermedad durante 18 años. También reflexiona sobre la importancia de la liberación en la iglesia en tiempos de guerra espiritual y llama a la iglesia a adoptar una perspectiva más guerrera.


Marcus 6:3 - Referencia Cruzada

Cuando hubieron entrado en la ciudad, subieron al aposento alto donde estaban hospedados, Pedro, Juan, Jacobo (hermano de Juan) y Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé y Mateo, Jacobo hijo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas, hijo de Jacobo. (Hechos 1:13)
Judas, siervo de Jesucristo y hermano de Jacobo (Santiago), a los llamados, amados en Dios Padre y guardados para Jesucristo: (Judas 1:1)
Y decían: "¿No es éste Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿Cómo es que ahora dice: 'Yo he descendido del cielo'?" (Juan 6:42)
Y bienaventurado es el que no se escandaliza de Mí." (Lucas 7:23)
Así dice el SEÑOR, el Redentor de Israel, el Santo suyo, Al despreciado, al aborrecido de la nación, Al siervo de gobernantes: "Lo verán reyes y se levantarán, Príncipes, y se postrarán, A causa del SEÑOR que es fiel, Del Santo de Israel que Te ha escogido." (Isaías 49:7)
Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Jacobo (Santiago), hijo de Alfeo, Tadeo, Simón el Cananita; (Marcus 3:18)
Todos hablaban bien de El y se maravillaban de las palabras llenas de gracia que salían de Su boca, y decían: "¿No es éste el hijo de José?" (Lucas 4:22)
¿No es Este el Hijo del carpintero? ¿No se llama Su madre María, y Sus hermanos Jacobo (Santiago), José, Simón y Judas? (Mateo 13:55)
Y bienaventurado es el que no se escandaliza de Mí." (Mateo 11:6)
Mientras Jesús aún estaba hablando a la multitud, Su madre y Sus hermanos estaban afuera, deseando hablar con El. (Mateo 12:46)
¿Acaso no tenemos derecho a comer y beber? (1 Corintios 9:4)
pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, piedra de tropiezo para los Judíos, y necedad para los Gentiles. (1 Corintios 1:23)
Había también unas mujeres mirando de lejos, entre las que estaban María Magdalena, María, la madre de Jacobo (Santiago) el menor y de José, y Salomé, (Marcus 15:40)
Creció delante de El como renuevo tierno, Como raíz de tierra seca. No tiene aspecto hermoso ni majestad Para que Lo miremos, Ni apariencia para que Lo deseemos. (Isaías 53:2)
Por eso muchos de Sus discípulos, cuando oyeron esto, dijeron: "Dura es esta declaración; ¿quién puede escucharla?" (Juan 6:60)
Pero no vi a ningún otro de los apóstoles, sino a Jacobo (Santiago), el hermano del Señor. (Gálatas 1:19)
Judas (no el Iscariote) Le dijo: "Señor, ¿y qué ha pasado que Te vas a manifestar a nosotros y no al mundo?" (Juan 14:22)
Simeón los bendijo, y dijo a Su madre María: "Este Niño ha sido puesto para caída y levantamiento de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción, (Lucas 2:34)
Y viniendo a El, como a una piedra viva, desechada por los hombres, pero escogida y preciosa delante de Dios, (1 Pedro 2:4)