Y comenzaron a rogar a Jesús que se fuera de su región. (Marcus 5:17)

Al entrar El en la barca, el que había estado endemoniado Le rogaba que lo dejara ir con El. (Marcus 5:18)

Pero Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: "Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho por ti, y cómo tuvo misericordia de ti." (Marcus 5:19)

Cuando Jesús pasó otra vez en la barca al otro lado, se reunió una gran multitud alrededor de El; así que El se quedó junto al mar. (Marcus 5:21)

Y vino uno de los oficiales de la sinagoga, llamado Jairo, y al ver a Jesús, se postró a Sus pies, (Marcus 5:22)

y Le rogaba con insistencia: "Mi hijita está al borde de la muerte; Te ruego que vengas y pongas las manos sobre ella para que sane y viva." (Marcus 5:23)