Juan el Bautista apareció en el desierto predicando (proclamando) el bautismo de arrepentimiento para el perdón de pecados.
(Marcus 1:4)
Acudía a él toda la región de Judea, y toda la gente de Jerusalén (Ciudad de Paz), y confesando sus pecados, eran bautizados por él en el río Jordán.
(Marcus 1:5)
Juan estaba vestido de pelo de camello, tenía un cinto de cuero a la cintura, y comía langostas (saltamontes) y miel silvestre.
(Marcus 1:6)
Y predicaba (proclamaba), diciendo: "Tras mí viene Uno que es más poderoso que yo, a quien no soy digno de inclinarme y desatar la correa de Sus sandalias.
Yo los bauticé a ustedes con agua, pero El los bautizará con el Espíritu Santo."
(Marcus 1:8)
Sucedió que en aquellos días Jesús vino de Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán.
(Marcus 1:9)
Inmediatamente, al salir del agua, vio que los cielos se abrían, y que el Espíritu descendía sobre El como una paloma;
(Marcus 1:10)
Otras publicaciones relacionadas con "Marcus 1:7":
Marcus 1:7 - Referencia Cruzada
El es el que viene después de mí, a quien yo no soy digno de desatar la correa de la sandalia."
(Juan 1:27)
Cuando Juan estaba a punto de terminar su carrera, decía: '¿Quién piensan ustedes que soy yo? Yo no soy el Cristo; pero miren, viene tras mí uno de quien yo no soy digno de desatar las sandalias de sus pies.'
(Hechos 13:25)
Jesús iba con ellos, pero cuando ya no estaba lejos de la casa, el centurión envió a unos amigos, diciendo: "Señor, no te molestes más, porque no soy digno de que Tú entres bajo mi techo;
(Lucas 7:6)
Ustedes mismos me son testigos de que dije: 'Yo no soy el Cristo (el Mesías), sino que he sido enviado delante de El.'
(Juan 3:28)
Juan les habló a todos: "Yo los bautizo con agua; pero viene Uno que es más poderoso que yo, a quien no soy digno de desatar la correa de Sus sandalias. El los bautizará con el Espíritu Santo y fuego.
(Lucas 3:16)
Yo, en verdad, los bautizo a ustedes con agua para arrepentimiento, pero Aquél que viene detrás de mí es más poderoso que yo, a quien no soy digno de quitar las sandalias; El los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego.
(Mateo 3:11)
Pero Juan trató de impedirlo, diciendo: "Yo necesito ser bautizado por Ti, ¿y Tú vienes a mí?"
(Mateo 3:14)