Y cualquiera que se engrandece, será humillado, y cualquiera que se humille, será engrandecido.
(Mateo 23:12)
Pero, ¡ay de ustedes, escribas y Fariseos, hipócritas que cierran el reino de los cielos delante de los hombres! Porque ni entran ustedes, ni dejan entrar a los que están entrando.
(Mateo 23:13)
¡Ay de ustedes, escribas y Fariseos, hipócritas, que devoran las casas de las viudas, aun cuando por pretexto hacen largas oraciones! Por eso recibirán mayor condenación.
(Mateo 23:14)
¡Ay de ustedes, escribas y Fariseos, hipócritas, que recorren el mar y la tierra para hacer un prosélito, y cuando llega a serlo, lo hacen hijo del infierno dos veces más que ustedes!
¡Ay de ustedes, guías ciegos! Porque dicen: 'No es nada si alguien jura por el templo; pero el que jura por el oro del templo, contrae obligación.'
(Mateo 23:16)
¡Insensatos y ciegos! Porque ¿qué es más importante: el oro, o el templo que santificó el oro?
(Mateo 23:17)
También ustedes dicen: 'No es nada si alguien jura por el altar; pero el que jura por la ofrenda que está sobre él, contrae obligación.'
(Mateo 23:18)
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Mateo 23:15 - Referencia Cruzada
Pero cuando los Judíos de Tesalónica supieron que la palabra de Dios había sido proclamada por Pablo también en Berea, fueron también allá para agitar y alborotar a las multitudes.
(Hechos 17:13)
Pero los Judíos que no creyeron, excitaron y llenaron de odio los ánimos (las almas) de los Gentiles contra los hermanos.
(Hechos 14:2)
Entre ellos también todos nosotros en otro tiempo vivíamos en las pasiones de nuestra carne, satisfaciendo los deseos de la carne y de la mente (de los pensamientos), y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.
(Efesios 2:3)
de Frigia y de Panfilia, de Egipto y de las regiones de Libia (Africa) alrededor de Cirene, viajeros de Roma, tanto Judíos como prosélitos (Gentiles convertidos al Judaísmo),
(Hechos 2:10)
Tú, hijo del diablo, que estás lleno de todo engaño y fraude, enemigo de toda justicia, ¿no cesarás de torcer los caminos rectos del Señor?
(Hechos 13:10)
Pero los Judíos, llenos de envidia, llevaron algunos hombres malvados de la plaza pública, organizaron una turba y alborotaron la ciudad. Asaltando la casa de Jasón, procuraban sacarlos al pueblo.
(Hechos 17:5)
Los que desean agradar en la carne tratan de obligarlos a que se circunciden, simplemente para no ser perseguidos a causa de la cruz de Cristo.
(Gálatas 6:12)
Terminada la reunión de la sinagoga, muchos de los Judíos y de los prosélitos (Gentiles convertidos al Judaísmo) temerosos de Dios siguieron a Pablo y a Bernabé, quienes, hablándoles, les instaban a perseverar en la gracia de Dios.
(Hechos 13:43)
Si tu ojo derecho te hace pecar, arráncalo y tíralo; porque te es mejor que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno.
(Mateo 5:29)
Algunos les tienen celo, no con buena intención, sino que quieren excluirlos a fin de que ustedes muestren celo por ellos.
(Gálatas 4:17)
En cada provincia, en cada ciudad y en todo lugar adonde llegaba el mandato del rey y su decreto había alegría y gozo para los Judíos, banquete y día festivo. Y muchos de entre los pueblos de la tierra se hicieron Judíos, porque había caído sobre ellos el temor de los Judíos.
(Ester 8:17)
Pero vinieron algunos Judíos de Antioquía y de Iconio, y habiendo persuadido a la multitud, apedrearon a Pablo y lo arrastraron fuera de la ciudad, pensando que estaba muerto.
(Hechos 14:19)
Pero Yo les digo que todo aquél que esté enojado con su hermano será culpable ante la corte; y cualquiera que diga: 'Insensato (Inútil)' a su hermano, será culpable ante la corte suprema (el Sanedrín); y cualquiera que diga: 'Idiota,' será merecedor del infierno de fuego.
(Mateo 5:22)
Ustedes son de su padre el diablo y quieren hacer los deseos de su padre. El fue un asesino desde el principio, y no se ha mantenido en la verdad porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, habla de su propia naturaleza, porque es mentiroso y el padre de la mentira.
(Juan 8:44)
Lo propuesto tuvo la aprobación de toda la congregación, y escogieron a Esteban, un hombre lleno de fe y del Espíritu Santo, y a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas y a Nicolás, un prosélito (Gentil convertido al Judaísmo) de Antioquía.
(Hechos 6:5)