Al salir de Jericó, una gran multitud siguió a Jesús.
(Mateo 20:29)Y dos ciegos que estaban sentados junto al camino, al oír que Jesús pasaba, gritaron: "¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros!"
(Mateo 20:30)La gente los reprendía para que se callaran, pero ellos gritaban más aún: "¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros!"
(Mateo 20:31)Y deteniéndose Jesús, los llamó y les dijo: "¿Qué quieren que Yo haga por ustedes?"
Ellos Le respondieron: "Señor, deseamos que nuestros ojos sean abiertos."
(Mateo 20:33)Entonces Jesús, movido a compasión, tocó los ojos de ellos, y al instante recobraron la vista, y Lo siguieron.
(Mateo 20:34)Cuando se acercaron a Jerusalén y llegaron a Betfagé, junto al Monte de los Olivos, Jesús entonces envió a dos discípulos,
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Mateo 20:32 - Referencia Cruzada
Así dice el Señor DIOS: "Aún permitiré a la casa de Israel que Me pida hacer esto por ellos: Multiplicar sus hombres como un rebaño.
(Ezequiel 36:37)Jesús le preguntó: "¿Qué deseas?" Ella Le dijo: "Ordena que en Tu reino estos dos hijos míos se sienten uno a Tu derecha y el otro a Tu izquierda."
(Mateo 20:21)Por eso, cuando mandaron a buscarme, vine sin poner ninguna objeción. Pregunto, pues, ¿por qué causa me han llamado?"
(Hechos 10:29)Por nada estén afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer sus peticiones delante de Dios.
(Filipenses 4:6)