Nueva Biblia Latinoamericana
La corona será para Helem, Tobías, Jedaías y Hen, hijo de Sofonías, como recuerdo en el templo del SEÑOR. (Zacarías 6:14)
Los que están lejos vendrán y reedificarán el templo del SEÑOR." Entonces sabrán que el SEÑOR de los ejércitos me ha enviado a ustedes. Esto sucederá si escuchan obedientes la voz del SEÑOR su Dios. (Zacarías 6:15)
En el año cuarto del rey Darío vino la palabra del SEÑOR a Zacarías, el cuarto día del mes noveno, Quisleu. (Zacarías 7:1)
La aldea de Betel (Casa de Dios) había enviado a Sarezer, a Regem Melec y a sus hombres a implorar el favor del SEÑOR,
y preguntar a los sacerdotes que eran de la casa del SEÑOR de los ejércitos, y a los profetas: "¿Debemos llorar en el mes quinto y abstenernos como lo hemos hecho durante tantos años?" (Zacarías 7:3)
Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR de los ejércitos: (Zacarías 7:4)
Habla a todo el pueblo de la tierra y a los sacerdotes, y diles: 'Cuando ustedes ayunaban y se lamentaban en el quinto y el séptimo mes durante estos setenta años, ¿ayunaban en verdad por Mí? (Zacarías 7:5)

Otras publicaciones relacionadas con "Zacarías 7:2":

Dr. Roberto Miranda
Zacarías 9: 9
El libro de Zacarías habla de la venida del Mesías y la promesa de que Dios traerá una solución a cualquier situación difícil. Debemos aprender a regocijarnos y celebrar en el Señor, incluso en medio del sufrimiento y la adversidad. Jesús vino como un rey justo, salvador y humilde, y debemos imitar esas cualidades en nuestras propias vidas.


Dr. Roberto Miranda
Apriétanos las tuercas
El predicador habla sobre la importancia de creer en la palabra profética de Dios y seguir su llamado, incluso en momentos de incertidumbre y miedo. El autor también cree que Dios está levantando apóstoles y profetas en este tiempo para guiar a la iglesia y que la iglesia debe discernir y seguir la palabra de Dios a través de ellos.


Zacarías 7:2 - Referencia Cruzada

¿Acaso Ezequías, rey de Judá, y todo Judá le dieron muerte a Miqueas? ¿No temió él al SEÑOR y suplicó el favor del SEÑOR, y el SEÑOR se arrepintió del mal que había pronunciado contra ellos? Nosotros, pues, estamos cometiendo un gran mal contra nosotros mismos." (Jeremías 26:19)
Y les dije: "Ustedes están consagrados al SEÑOR, y los utensilios son sagrados. La plata y el oro son ofrenda voluntaria al SEÑOR, Dios de sus padres. (Esdras 8:28)
para que puedan ofrecer sacrificios agradables al Dios del cielo y orar por la vida del rey y de sus hijos. (Esdras 6:10)
Todos los rebaños de Cedar serán reunidos para ti, Los carneros de Nebaiot estarán a tu servicio. Subirán como ofrenda agradable sobre Mi altar, Y Yo glorificaré la casa de Mi gloria. (Isaías 60:7)
y los habitantes de una irán a otra, diciendo: "Vamos sin demora a implorar el favor del SEÑOR, y a buscar al SEÑOR de los ejércitos. Yo también iré." (Zacarías 8:21)
Toma ofrendas de los desterrados, de Heldai, de Tobías y de Jedaías; y el mismo día ve y entra en la casa de Josías, hijo de Sofonías, adonde ellos han llegado de Babilonia. (Zacarías 6:10)
El rey respondió al hombre de Dios: "Te ruego que supliques al SEÑOR tu Dios, y ores por mí, para que mi mano me sea restaurada." El hombre de Dios suplicó al SEÑOR y la mano del rey le fue restaurada, y quedó como antes. (1 Reyes 13:6)
y para llevar la plata y el oro que el rey y sus consejeros han ofrendado voluntariamente al Dios de Israel, cuya morada está en Jerusalén, (Esdras 7:15)
me dije: 'Ahora los Filisteos descenderán contra mí en Gilgal, y no he implorado el favor del SEÑOR.' Así que me vi forzado, y ofrecí el holocausto." (1 Samuel 13:12)
Entonces Moisés suplicó ante el SEÑOR su Dios, y dijo: "Oh SEÑOR, ¿por qué se enciende Tu ira contra Tu pueblo, que Tú has sacado de la tierra de Egipto con gran poder y con mano fuerte? (Éxodo 32:11)