Aunque la higuera no eche brotes, Ni haya fruto en las viñas; Aunque falte el producto del olivo, Y los campos no produzcan alimento; Aunque falten las ovejas del redil, Y no haya vacas en los establos,
(Habacuc 3:17)Con todo yo me alegraré en el SEÑOR, Me regocijaré en el Dios de mi salvación.
(Habacuc 3:18)El Señor DIOS es mi fortaleza; El ha hecho mis pies como los de las ciervas, Y por las alturas me hace caminar. Para el director del coro, con mis instrumentos de cuerda.
(Habacuc 3:19)Palabra del SEÑOR que vino a Sofonías, hijo de Cusi, hijo de Gedalías, hijo de Amarías, hijo de Ezequías, en los días de Josías, hijo de Amón, rey de Judá:
Eliminaré por completo todo De la superficie de la tierra," declara el SEÑOR.
(Sofonías 1:2)Eliminaré hombres y animales, Eliminaré las aves del cielo Y los peces del mar, Y haré tropezar a los impíos. Exterminaré al hombre de la superficie de la tierra," declara el SEÑOR.
(Sofonías 1:3)Extenderé mi mano contra Judá Y contra todos los habitantes de Jerusalén. Exterminaré de este lugar al remanente de Baal Y los nombres de los ministros idólatras junto con sus sacerdotes.
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Sofonías 1:1 - Referencia Cruzada
Palabra del SEÑOR que vino a Oseas, hijo de Beeri, en días de Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías, reyes de Judá, y en días de Jeroboam, hijo de Joás, rey de Israel.
(Oseas 1:1)Josías tenía ocho años cuando comenzó a reinar, y reinó treinta y un años en Jerusalén. El nombre de su madre era Jedida, hija de Adaía, de Boscat.
(2 Reyes 22:1)Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia,
(2 Timoteo 3:16)Desde el año trece de Josías, hijo de Amón, rey de Judá, hasta hoy, en estos veintitrés años ha venido a mí la palabra del SEÑOR, y les he hablado repetidas veces, pero no han escuchado.
(Jeremías 25:3)Josías tenía ocho años cuando comenzó a reinar, y reinó treinta y un años en Jerusalén.
(2 Crónicas 34:1)Y así tenemos la palabra profética más segura, a la cual ustedes hacen bien en prestar atención como a una lámpara que brilla en el lugar oscuro, hasta que el día despunte y el lucero de la mañana aparezca en sus corazones.
(2 Pedro 1:19)la palabra del SEÑOR fue dirigida al sacerdote Ezequiel, hijo de Buzi, en la tierra de los Caldeos junto al río Quebar, y allí vino sobre él la mano del SEÑOR.)
(Ezequiel 1:3)a quien vino la palabra del SEÑOR en los días de Josías, hijo de Amón, rey de Judá, en el año trece de su reinado.
(Jeremías 1:2)