Nueva Biblia Latinoamericana
Y me dijo: "Estos son los fogones donde los servidores de la casa cocerán los sacrificios del pueblo." (Ezequiel 46:24)
Después me hizo volver a la entrada del templo; y vi que brotaban aguas de debajo del umbral del templo hacia el oriente, porque la fachada del templo daba hacia el oriente. Y las aguas descendían de debajo, del lado derecho del templo, al sur del altar. (Ezequiel 47:1)
Me sacó por la puerta del norte y me hizo dar la vuelta por fuera hasta la puerta exterior, por la puerta que da al oriente. Y las aguas fluían del lado sur. (Ezequiel 47:2)
Cuando el hombre salió hacia el oriente con un cordel en la mano, midió 525 metros, y me hizo pasar por las aguas, con el agua hasta los tobillos.
Midió otros mil, y me hizo pasar por las aguas, con el agua hasta las rodillas. De nuevo midió otros mil y me hizo pasar por las aguas, con el agua hasta la cintura. (Ezequiel 47:4)
Y midió otros mil; y ya era un río que yo no pude vadear, porque las aguas habían crecido, aguas que tenían que pasarse a nado, un río que no se podía vadear. (Ezequiel 47:5)
Entonces me preguntó: "¿Has visto, hijo de hombre?" Me llevó y me hizo volver a la orilla del río. (Ezequiel 47:6)

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Ezequiel 47:3 - Referencia Cruzada

Por tanto, Yo enviaré sobre ustedes la promesa de Mi Padre; pero ustedes, permanezcan en la ciudad hasta que sean investidos con poder de lo alto." (Lucas 24:49)
Todos los creyentes que eran de la circuncisión (Judíos Cristianos), que habían venido con Pedro, se quedaron asombrados, porque el don del Espíritu Santo había sido derramado también sobre los Gentiles, (Hechos 10:45)
Me llevó allá; y vi a un hombre cuyo aspecto era semejante al bronce, con un cordel de lino y una caña de medir (unos 3 m) en la mano, y estaba de pie en la puerta. (Ezequiel 40:3)
Así que, exaltado a la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que ustedes ven y oyen. (Hechos 2:33)
Entonces me acordé de las palabras del Señor, cuando dijo: 'Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo.' (Hechos 11:16)
Entonces alcé los ojos y miré a un hombre con un cordel de medir en la mano. (Zacarías 2:1)
El que hablaba conmigo tenía una vara de medir de oro, para medir la ciudad, sus puertas y su muro. (Apocalipsis 21:15)
Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba habilidad para expresarse. (Hechos 2:4)
Me fue dada una caña de medir (unos 3 m) semejante a una vara, y alguien dijo: "Levántate y mide el templo de Dios y el altar, y a los que en él adoran. (Apocalipsis 11:1)