Dejaré en ruinas tus ciudades, Y serás convertida en desolación; Y sabrás que Yo soy el SEÑOR.
(Ezequiel 35:4)
Por cuanto tuviste enemistad perpetua y entregaste a los Israelitas al poder de la espada en el tiempo de su calamidad, en el tiempo del castigo final,
(Ezequiel 35:5)
por tanto, vivo Yo," declara el Señor DIOS, "que a sangre te entregaré y la sangre te perseguirá. Ya que no has odiado el derramamiento de sangre, la sangre te perseguirá.
(Ezequiel 35:6)
Haré del Monte Seir un desierto y una desolación, y cortaré de él al que vaya y al que venga.
Y llenaré sus montes de sus muertos. En tus colinas y en tus valles y en todas tus barrancas caerán los muertos a espada.
(Ezequiel 35:8)
Te haré una desolación perpetua, y tus ciudades no serán habitadas. Entonces ustedes sabrán que Yo soy el SEÑOR.
(Ezequiel 35:9)
Por cuanto has dicho: 'Las dos naciones y las dos tierras serán mías, y las poseeremos,' aunque el SEÑOR estaba allí.
(Ezequiel 35:10)
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Ezequiel 35:7 - Referencia Cruzada
Convertiré la tierra en desolación y en soledad, y cesará el orgullo de su poder; los montes de Israel serán desolados, y nadie pasará por ellos.
(Ezequiel 33:28)
Te haré una desolación perpetua, y tus ciudades no serán habitadas. Entonces ustedes sabrán que Yo soy el SEÑOR.
(Ezequiel 35:9)
En aquellos tiempos no había paz para el que salía ni para el que entraba, sino muchas tribulaciones sobre todos los habitantes de las tierras.
(2 Crónicas 15:5)
En los días de Samgar, hijo de Anat, En los días de Jael, quedaron desiertos los caminos, Y los viajeros andaban por sendas tortuosas.
(Jueces 5:6)
No pasará por ella pie de hombre, ni pie de animal pasará por ella, ni será habitada por cuarenta años.
(Ezequiel 29:11)
y dile: 'Así dice el Señor DIOS: "Yo estoy contra ti, Monte Seir, Extenderé Mi mano contra ti, Y te convertiré en desolación y en soledad.
(Ezequiel 35:3)