Nueva Biblia Latinoamericana
No serán más presa de las naciones, y las fieras de la tierra no los devorarán; sino que habitarán seguros y nadie los atemorizará. (Ezequiel 34:28)
Estableceré para ellos un plantío de renombre, y no serán más víctimas del hambre en la tierra, ni sufrirán más los insultos de las naciones. (Ezequiel 34:29)
Entonces sabrán que Yo, el SEÑOR su Dios, estoy con ellos, y que ellos, la casa de Israel, son Mi pueblo," declara el Señor DIOS. (Ezequiel 34:30)
Ustedes, ovejas Mías, son el rebaño de Mi prado, hombres son, y Yo soy su Dios," declara el Señor DIOS.
Y vino a mí la palabra del SEÑOR: (Ezequiel 35:1)
Hijo de hombre, pon tu rostro hacia el Monte Seir, y profetiza contra él, (Ezequiel 35:2)
y dile: 'Así dice el Señor DIOS: "Yo estoy contra ti, Monte Seir, Extenderé Mi mano contra ti, Y te convertiré en desolación y en soledad. (Ezequiel 35:3)

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Omar Soto
En alas de un águila
En este artículo, Omar Soto habla sobre la importancia de tener fe en Dios y confiar en su poder, como se menciona en el capítulo 40 de Isaías. También se discute la necesidad de crecer en la fe y aprender a volar como las águilas. El autor ora por nuevas fuerzas y bendiciones para el pueblo de Dios en el año 2010.


Isaías Rivera
¿De dónde viene mi socorro?
Reflexión sobre la confianza en Dios en momentos difíciles a través del pasaje de Isaías 40:25-31. author: Isaías Rivera, title: ¿De dónde viene mi socorro?, summary: El pasaje de Isaías 40:25-31 habla sobre la duda y la pregunta de dónde está Dios cuando las cosas no van bien en nuestras vidas. Isaías les recuerda al pueblo judío que Dios es el Dios eterno y que su poder es insondable. Debemos confiar en el Señor y esperar en Él, ya que si creemos en Él, Él renovará nuestras fuerzas y nos permitirá volar como las águilas. No estamos solos, el Dios eterno está con nosotros.


Ezequiel 34:31 - Referencia Cruzada

Mujer, ¿por qué lloras?" le dijo Jesús. "¿A quién buscas?" Ella, pensando que era el que cuidaba el huerto, Le dijo: "Señor, si usted Lo ha llevado, dígame dónde Lo ha puesto, y yo me Lo llevaré." (Juan 20:15)
Sepan que El, el SEÑOR, es Dios; El nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; Pueblo Suyo somos y ovejas de Su prado. (Salmos 100:3)
Yo soy el buen pastor; el buen pastor da Su vida por las ovejas. (Juan 10:11)
Pero a Su pueblo lo sacó como a ovejas, Como a rebaño los condujo en el desierto; (Salmos 78:52)
Tengo otras ovejas que no son de este redil; a ésas también Yo debo traerlas, y oirán Mi voz, y serán un rebaño con un solo pastor. (Juan 10:16)
Como el rebaño para los sacrificios, como el rebaño en Jerusalén en sus fiestas señaladas, así se llenarán las ciudades desiertas de rebaños de hombres. Entonces sabrán que Yo soy el SEÑOR."'" (Ezequiel 36:38)
Tengan cuidado de sí mismos y de toda la congregación, en medio de la cual el Espíritu Santo les ha hecho obispos (supervisores) para pastorear la iglesia de Dios, la cual El compró con Su propia sangre. (Hechos 20:28)
Como pastor apacentará Su rebaño, En Su brazo recogerá los corderos, Y en Su seno los llevará; Guiará con cuidado a las recién paridas. (Isaías 40:11)
Pero ustedes no creen porque no son de Mis ovejas. (Juan 10:26)
Porque El es nuestro Dios, Y nosotros el pueblo de Su prado y las ovejas de Su mano. Si ustedes oyen hoy Su voz, (Salmos 95:7)
Pastorea a Tu pueblo con Tu cayado, El rebaño de Tu heredad, Que mora solo en el bosque, En medio de un campo fértil. Que se apacienten en Basán y Galaad Como en los días de antaño. (Miqueas 7:14)
pastoreen el rebaño de Dios entre ustedes, velando por él, no por obligación, sino voluntariamente, como quiere Dios; no por la avaricia del dinero (no por ganancias deshonestas), sino con sincero deseo; (1 Pedro 5:2)
¡Ay de los pastores que destruyen y dispersan las ovejas de Mis prados!," declara el SEÑOR. (Jeremías 23:1)
No temas, rebaño pequeño, porque el Padre de ustedes ha decidido darles el reino. (Lucas 12:32)
Para el director del coro; según la tonada "A los Lirios"; Testimonio. Salmo de Asaf. Presta oído, oh Pastor de Israel; Tú que guías a José como un rebaño; Tú que estás sentado más alto que los querubines; ¡resplandece! (Salmos 80:1)