Nueva Biblia Latinoamericana
A éstos verá Faraón y se consolará con respecto a toda su multitud muerta a espada, Faraón y todo su ejército," declara el Señor DIOS. (Ezequiel 32:31)
Aunque Yo infundí el terror de Faraón en la tierra de los vivientes, sin embargo a Faraón y a toda su multitud se le hará estar entre los incircuncisos con los muertos a espada," declara el Señor DIOS. (Ezequiel 32:32)
Y vino a mí la palabra del SEÑOR: (Ezequiel 33:1)
Hijo de hombre, habla a los hijos de tu pueblo y diles: 'Si Yo traigo una espada sobre un país, y la gente del país toma a un hombre de entre ellos y lo ponen de centinela,
y éste ve venir la espada sobre el país, y toca la trompeta y advierte al pueblo, (Ezequiel 33:3)
y el que oye el sonido de la trompeta no se da por advertido, y viene una espada y se lo lleva, su sangre recaerá sobre su propia cabeza. (Ezequiel 33:4)
Oyó el sonido de la trompeta pero no se dio por advertido; su sangre recaerá sobre él. Pero si hubiera hecho caso, habría salvado su vida. (Ezequiel 33:5)

Otras publicaciones relacionadas con "Ezequiel 33:2":

Dr. Roberto Miranda
Cuando Dios da una Palabra se cumplirá en todos los sentidos
Artículo sobre la importancia de creer en las palabras proféticas de Dios y cómo estas se cumplen, incluso en momentos de incredulidad y sufrimiento espiritual. Se habla de un gran mover profético que traerá una cosecha de almas y bendición a las naciones, y cómo la Palabra de la Iglesia será un poderoso rompe cercos del enemigo.


Samuel Acevedo
No temas, ni desmayes
En este artículo, Samuel Acevedo nos recuerda la importancia de no temer ni desmayar en nuestra vida cristiana y cómo mantener una relación viva con Dios para encontrar paz y bendición en Él.


Ezequiel 33:2 - Referencia Cruzada

Y traeré sobre ustedes una espada que ejecutará venganza a causa del pacto; y cuando se reúnan en sus ciudades, enviaré pestilencia entre ustedes, para que sean entregados en manos del enemigo. (Levítico 26:25)
y di: 'Montes de Israel, escuchen la palabra del Señor DIOS. Así dice el Señor DIOS a los montes, las colinas, las barrancas y a los valles: "Yo mismo traeré sobre ustedes la espada y destruiré sus lugares altos. (Ezequiel 6:3)
Y a ti, hijo de hombre, te he puesto por centinela de la casa de Israel; oirás, pues, la palabra de Mi boca, y les advertirás de Mi parte. (Ezequiel 33:7)
Despierta, espada, contra Mi pastor, Y contra el hombre compañero Mío," Declara el SEÑOR de los ejércitos. "Hiere al Pastor y se dispersarán las ovejas, Y volveré Mi mano contra los pequeños. (Zacarías 13:7)
Y el centinela que estaba en la torre de Jezreel vio la comitiva de Jehú que venía, y dijo: "Veo una comitiva." Y Joram dijo: "Toma un jinete y envíalo a su encuentro, y que diga: '¿Hay paz?'" (2 Reyes 9:17)
Todas las bestias del campo, Todas las bestias del bosque, Vengan a comer. (Isaías 56:9)
Ha llegado el estruendo hasta el fin de la tierra, Porque el SEÑOR tiene un pleito contra las naciones; Entra en juicio contra toda carne; A los impíos, los entrega a la espada,' declara el SEÑOR." (Jeremías 25:31)
Pero cuando Yo te hable, te abriré la boca, y les dirás: 'Así dice el Señor DIOS.' El que oye, que oiga; el que rehúse oír, que rehúse; porque son una casa rebelde. (Ezequiel 3:27)
Hijo de hombre, profetiza y proclama: 'Así dice el SEÑOR.' Proclama: 'Espada, espada afilada Y también pulida. (Ezequiel 21:9)
Y tú, hijo de hombre, dile a los hijos de tu pueblo: 'La justicia del justo no lo salvará el día de su transgresión, y la maldad del impío no le será tropiezo el día que se aparte de su maldad; como tampoco el justo podrá vivir por su justicia el día que peque.' (Ezequiel 33:12)
Porque así dice el Señor DIOS: "¡Cuánto más cuando Yo envíe Mis cuatro terribles juicios contra Jerusalén: espada, hambre, fieras y plaga para exterminar de ella hombres y animales! (Ezequiel 14:21)
Sobre todas las alturas desoladas del desierto Han venido destructores, Porque la espada del SEÑOR devora De un extremo de la tierra al otro; No hay paz para nadie. (Jeremías 12:12)
Pero en cuanto a ti, hijo de hombre, los hijos de tu pueblo hablan de ti junto a los muros y en las entradas de las casas; hablan el uno al otro, cada cual a su hermano, diciendo: 'Vengan ahora, y oigan cual es la palabra que viene del SEÑOR.' (Ezequiel 33:30)
Porque así me ha dicho el Señor: 'Ve, pon centinela que dé aviso de lo que vea. (Isaías 21:6)
Y ve a los desterrados, a los hijos de tu pueblo; háblales y diles, escuchen o dejen de escuchar: 'Así dice el Señor DIOS.'" (Ezequiel 3:11)
David estaba sentado entre las dos puertas; y el atalaya subió al terrado de la puerta en el muro, y alzando los ojos miró, y vio a un hombre que corría solo. (2 Samuel 18:24)
Sobre tus murallas, oh Jerusalén, he colocado centinelas; En todo el día y en toda la noche jamás callarán. Ustedes que hacen que el SEÑOR recuerde, no se den descanso, (Isaías 62:6)
Y cuando te digan: '¿Adónde iremos?' les responderás: 'Así dice el SEÑOR: "Los destinados para la muerte, a la muerte; Los destinados para la espada, a la espada; Los destinados para el hambre, al hambre, Y los destinados para el cautiverio, al cautiverio."' (Jeremías 15:2)
Han temido la espada, y espada traeré sobre ustedes," declara el Señor DIOS. (Ezequiel 11:8)
O si Yo trajera la espada contra ese país, y dijera: 'Pase la espada por el país,' y extermino de él hombres y animales, (Ezequiel 14:17)
Levanten bandera contra los muros de Babilonia; Refuercen la guardia, Pongan centinelas, Preparen emboscadas; Porque el SEÑOR ha decidido, y también ejecutará Lo que habló acerca de los habitantes de Babilonia. (Jeremías 51:12)
¡Ay, espada del SEÑOR! ¿Hasta cuándo estarás inquieta? Vuélvete a tu vaina, Reposa y cálmate. (Jeremías 47:6)
Pero los hijos de tu pueblo dicen: 'No es recto el camino del Señor,' pero es su propio camino el que no es recto. (Ezequiel 33:17)
Y cuando los hijos de tu pueblo te pregunten: '¿No nos explicarás qué quieres decir con esto?' (Ezequiel 37:18)
Vigía con mi Dios era Efraín, un profeta; Sin embargo el lazo de cazador está en todos sus caminos, Y en la casa de su Dios sólo hay hostilidad. (Oseas 9:8)