Nueva Biblia Latinoamericana
Allí está Edom, sus reyes y todos sus príncipes, quienes con todo su poderío fueron puestos con los muertos a espada. Ellos están tendidos con los incircuncisos y con los que descienden a la fosa. (Ezequiel 32:29)
Allí están los jefes del norte, todos ellos y todos los Sidonios, quienes a pesar del terror causado por su poderío, descendieron avergonzados con los muertos. Están tendidos los incircuncisos con los muertos a espada y cargaron su ignominia con los que descienden a la fosa. (Ezequiel 32:30)
A éstos verá Faraón y se consolará con respecto a toda su multitud muerta a espada, Faraón y todo su ejército," declara el Señor DIOS. (Ezequiel 32:31)
Aunque Yo infundí el terror de Faraón en la tierra de los vivientes, sin embargo a Faraón y a toda su multitud se le hará estar entre los incircuncisos con los muertos a espada," declara el Señor DIOS.
Y vino a mí la palabra del SEÑOR: (Ezequiel 33:1)
Hijo de hombre, habla a los hijos de tu pueblo y diles: 'Si Yo traigo una espada sobre un país, y la gente del país toma a un hombre de entre ellos y lo ponen de centinela, (Ezequiel 33:2)
y éste ve venir la espada sobre el país, y toca la trompeta y advierte al pueblo, (Ezequiel 33:3)

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Ezequiel 32:32 - Referencia Cruzada

Por tanto, conociendo el temor del Señor, persuadimos a los hombres, pero a Dios somos manifiestos, y espero que también seamos manifiestos en las conciencias de ustedes. (2 Corintios 5:11)
Y no yacen junto a los héroes caídos de entre los incircuncisos que descendieron al Seol con sus armas de guerra, cuyas espadas estaban colocadas debajo de sus cabezas; pero el castigo de su iniquidad cayó sobre sus huesos, porque el terror de estos héroes prevalecía en la tierra de los vivientes. (Ezequiel 32:27)
Al continuar el viaje, hubo gran terror en las ciudades alrededor de ellos, y no persiguieron a los hijos de Jacob. (Génesis 35:5)
Porque el castigo de Dios es terror para mí, Y ante Su majestad (exaltación) nada puedo hacer. (Job 31:23)
Los reyes de la tierra, y los grandes, los comandantes, los ricos, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes, (Apocalipsis 6:15)
Yo he exterminado naciones; Sus torreones están en ruinas, Hice desiertas sus calles, Sin que nadie pase por ellas. Sus ciudades están desoladas, Sin hombre alguno, sin ningún habitante. (Sofonías 3:6)
¡Horrenda cosa es caer en las manos del Dios vivo! (Hebreos 10:31)
Porque así me ha dicho el SEÑOR, Dios de Israel: "Toma de Mi mano esta copa del vino del furor, y haz que beban de ella todas las naciones a las cuales Yo te envío. (Jeremías 25:15)