Hijo de hombre, dile a Faraón, rey de Egipto, y a su multitud: '¿A quién te pareces en tu grandeza?
(Ezequiel 31:2)
Recuerda que Asiria era un cedro en el Líbano De hermosas ramas y frondoso, de sombra abundante Y de elevada altura, Y su copa estaba entre las nubes.
(Ezequiel 31:3)
Las aguas lo hicieron crecer y las corrientes profundas lo encumbraron; Con sus ríos se extendía alrededor del lugar donde estaba plantado, Y enviaba sus corrientes a todos los árboles del campo.
(Ezequiel 31:4)
Por eso su altura era mayor que la de todos los árboles del campo. Se multiplicaban sus ramas y se alargaba su ramaje, Extendiéndose a causa de las muchas aguas.
En sus ramas anidaban todas las aves del cielo, Bajo su ramaje parían todas las bestias del campo, Y a su sombra habitaban todas las grandes naciones.
(Ezequiel 31:6)
Era, pues, hermoso en su grandeza, por la extensión de sus ramas; Porque sus raíces estaban junto a muchas aguas.
(Ezequiel 31:7)
Los cedros no lo igualaban en el huerto de Dios; Los cipreses no se podían comparar con su ramaje, Y los plátanos no igualaban sus ramas. Ningún árbol en el huerto de Dios podía compararse a él en su hermosura.
(Ezequiel 31:8)
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Ezequiel 31:5 - Referencia Cruzada
Porque dice: "¿No son mis príncipes todos reyes?
(Isaías 10:8)
Será como árbol plantado junto a corrientes de agua, Que da su fruto a su tiempo Y su hoja no se marchita; En todo lo que hace, prospera.
(Salmos 1:3)
Cuidado, no sea que Ezequías los engañe, diciendo: "El SEÑOR nos librará." ¿Acaso alguno de los dioses de las naciones ha librado su tierra de la mano del rey de Asiria?
(Isaías 36:18)
He visto al impío, violento, Extenderse como frondoso árbol en su propio suelo.
(Salmos 37:35)
Y el Rabsaces les dijo: "Digan ahora a Ezequías: 'Así dice el gran rey, el rey de Asiria: "¿Qué confianza es ésta que tú tienes?
(Isaías 36:4)
Después tomó semilla del país Y la plantó en terreno fértil. La puso junto a aguas abundantes; La plantó como un sauce.
(Ezequiel 17:5)
Tú has oído lo que los reyes de Asiria han hecho a todas las naciones, destruyéndolas por completo, ¿y serás tú librado?
(Isaías 37:11)
El árbol creció y se hizo fuerte, Su copa llegaba hasta el cielo, Y era visible desde los confines de la tierra.
(Daniel 4:11)