Nueva Biblia Latinoamericana
Luego te sentaste en un suntuoso diván ante el cual estaba preparada una mesa en la que habías puesto Mi incienso y Mi aceite. (Ezequiel 23:41)
El ruido de una multitud despreocupada se oía allí, multitud de hombres, bebedores traídos del desierto. Y pusieron brazaletes en las manos de las mujeres y hermosas coronas sobre sus cabezas. (Ezequiel 23:42)
Entonces dije acerca de aquélla que estaba consumida por sus adulterios: '¿Cometerán ahora fornicaciones con ella, estando ella así?' (Ezequiel 23:43)
Y se llegaron a ella como quien se llega a una ramera. Así se llegaron a Aholá y a Aholibá, mujeres depravadas.
Pero los hombres justos los juzgarán en el juicio de las adúlteras y en el juicio de las mujeres que derraman sangre, por ser ellas adúlteras y haber sangre en sus manos. (Ezequiel 23:45)
Porque así dice el Señor DIOS: 'Tráigase una multitud contra ellas, y sean entregadas al terror y al pillaje. (Ezequiel 23:46)
La multitud las apedreará y las cortará con sus espadas. Matarán a sus hijos y a sus hijas y prenderán fuego a sus casas. (Ezequiel 23:47)

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Ezequiel 23:44 - Referencia Cruzada

Por tanto, la entregué en manos de sus amantes, en mano de los Asirios, de los que se había apasionado. (Ezequiel 23:9)
que se prostituyeron en Egipto; se prostituyeron en su juventud. Allí fueron tocados sus pechos y allí fueron acariciados sus senos virginales. (Ezequiel 23:3)