Nueva Biblia Latinoamericana
Hijo de hombre, haz saber a Jerusalén sus abominaciones, (Ezequiel 16:2)
y di: 'Así dice el Señor DIOS a Jerusalén: "Por tu origen y tu nacimiento eres de la tierra del Cananeo, tu padre era Amorreo y tu madre Hetea. (Ezequiel 16:3)
En cuanto a tu nacimiento, el día que naciste no fue cortado tu cordón umbilical, ni fuiste lavada con agua para limpiarte; no fuiste frotada con sal, ni envuelta en pañales. (Ezequiel 16:4)
Ningún ojo se apiadó de ti para hacer por ti alguna de estas cosas, para compadecerse de ti; sino que fuiste echada al campo abierto, porque fuiste aborrecida el día en que naciste.
Yo pasé junto a ti y te vi revolcándote en tu sangre. Mientras estabas en tu sangre, te dije: '¡Vive!' Sí, te dije, mientras estabas en tu sangre: '¡Vive!' (Ezequiel 16:6)
Te hice tan numerosa como la hierba del campo. Y creciste, te hiciste grande y llegaste a la plenitud de tu hermosura. Se formaron tus pechos y creció tu pelo, pero estabas desnuda y descubierta. (Ezequiel 16:7)
Entonces pasé junto a ti y te vi, y tu tiempo era tiempo de amores; extendí Mi manto sobre ti y cubrí tu desnudez. Te hice juramento y entré en pacto contigo, y fuiste Mía," declara el Señor DIOS. (Ezequiel 16:8)

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Ezequiel 16:5 - Referencia Cruzada

De igual manera, todo el que en campo abierto toque a uno que ha sido muerto a espada, o que ha muerto de causas naturales, o que toque hueso humano, o tumba, quedará inmundo durante siete días. (Números 19:16)
Lo encontró en tierra desierta, En la horrenda soledad de un desierto; Lo rodeó, cuidó de él, Lo guardó como a la niña de Sus ojos. (Deuteronomio 32:10)
¿Puede una mujer olvidar a su niño de pecho, Sin compadecerse del hijo de sus entrañas? Aunque ella se olvidara, Yo no te olvidaré. (Isaías 49:15)
Y tú, hijo de hombre, no temas; no les temas a ellos ni a sus palabras aunque haya contigo cardos y espinas y te sientes en escorpiones. No temas sus palabras ni te atemorices ante ellos, porque son una casa rebelde. (Ezequiel 2:6)
Por eso le dijo a Abraham: "Echa fuera a esta sierva y a su hijo, porque el hijo de esta sierva no ha de ser heredero junto con mi hijo Isaac." (Génesis 21:10)
Será enterrado con entierro de asno: Será arrastrado y tirado fuera de las Puertas de Jerusalén. (Jeremías 22:19)
Mis ojos se consumen por las lágrimas, Hierven mis entrañas; Mi hiel se derrama por tierra, A causa de la destrucción de la hija de mi pueblo (Jerusalén), Cuando niños y lactantes desfallecen En las calles de la ciudad. (Lamentaciones 2:11)
Levántate, da voces en la noche Al comenzar las vigilias. Derrama como agua tu corazón Ante la presencia del Señor. Alza hacia El tus manos Por la vida de tus pequeños, Que desfallecen de hambre En las esquinas de todas las calles." (Lamentaciones 2:19)
Entonces Faraón ordenó a todo su pueblo: "Todo hijo que nazca lo echarán al Nilo, pero a toda hija la dejarán con vida." (Éxodo 1:22)
Porque la muerte ha subido por nuestras ventanas, Ha entrado en nuestros palacios, Exterminando a los niños de las calles, A los jóvenes de las plazas. (Jeremías 9:21)
Las manos de mujeres compasivas Cocieron a sus propios hijos, Que les sirvieron de comida A causa de la destrucción de la hija de mi pueblo (Jerusalén). (Lamentaciones 4:10)
Aun los chacales dan las ubres, Dan de mamar a sus crías; Pero la hija de mi pueblo (Jerusalén) se ha vuelto cruel Como los avestruces en el desierto. (Lamentaciones 4:3)