Nueva Biblia Latinoamericana
Cuando tienen un pleito, vienen a mí, y yo juzgo entre uno y otro, dándoles a conocer los estatutos de Dios y Sus leyes." (Éxodo 18:16)
El suegro de Moisés le dijo: "No está bien lo que haces. (Éxodo 18:17)
Con seguridad desfallecerás tú, y también este pueblo que está contigo, porque el trabajo es demasiado pesado para ti. No puedes hacerlo tú solo. (Éxodo 18:18)
Ahora, escúchame. Yo te aconsejaré, y Dios estará contigo. Sé tú el representante del pueblo delante de Dios, y somete los asuntos a Dios.
Entonces enséñales los estatutos y las leyes, y hazles saber el camino en que deben andar y la obra que han de realizar. (Éxodo 18:20)
Además, escogerás de entre todo el pueblo hombres capaces, temerosos de Dios, hombres veraces que aborrezcan las ganancias deshonestas, y los pondrás sobre el pueblo como jefes de mil, de cien, de cincuenta y de diez. (Éxodo 18:21)
Que sean ellos los que juzguen al pueblo en todo tiempo. Que traigan a ti todo pleito grave, pero que ellos juzguen todo pleito sencillo. Así será más fácil para ti, y ellos llevarán la carga contigo. (Éxodo 18:22)

Otras publicaciones relacionadas con "Éxodo 18:19":

Faustino de Jesús Zamora Vargas
Mi Dios es sabio
En este artículo, el autor reflexiona sobre la sabiduría divina y la importancia de buscarla en lugar de confiar en la sabiduría humana diabólica. Se enfoca en la voluntad de Dios y en cómo la sabiduría verdadera se refleja en una vida honesta y humilde con buenas acciones. Además, destaca la importancia de Cristo y su papel en la redención y salvación de la humanidad.


Jonatán Toledo
Shema, León de Judá - Escucha, entiende y obedece.
En este sermón se habla sobre la importancia de escuchar, entender y obedecer la voz de Dios y cómo Moisés enseñó a los padres a transmitir el mensaje a sus hijos.


Éxodo 18:19 - Referencia Cruzada

Cuando salgas a la batalla contra tus enemigos y veas caballos y carros, y pueblo más numeroso que tú, no tengas temor de ellos; porque el SEÑOR tu Dios que te sacó de la tierra de Egipto está contigo. (Deuteronomio 20:1)
Y Moisés respondió a su suegro: "Porque el pueblo viene a mí para consultar a Dios. (Éxodo 18:15)
Además, Aarón hablará por ti al pueblo. El te servirá como boca y tú serás para él como Dios. (Éxodo 4:16)
Ciertamente Yo estaré contigo," le respondió el SEÑOR, "y la señal para ti de que soy Yo el que te ha enviado será ésta: cuando hayas sacado al pueblo de Egipto ustedes adorarán (servirán) a Dios en este monte." (Éxodo 3:12)
Ahora pues, ve, y Yo estaré con tu boca, y te enseñaré lo que has de hablar." (Éxodo 4:12)
Pero el SEÑOR estaba con José, que llegó a ser un hombre próspero, y vivía en la casa de su amo el Egipcio. (Génesis 39:2)
mientras yo estaba en aquella ocasión entre el SEÑOR y ustedes para declararles la palabra del SEÑOR, porque temían a causa del fuego y no subieron al monte. Y El dijo: (Deuteronomio 5:5)
Entonces dijeron a Moisés: "Habla tú con nosotros y escucharemos, pero que no hable Dios con nosotros, no sea que muramos." (Éxodo 20:19)
Moisés escuchó a su suegro, e hizo todo lo que él había dicho. (Éxodo 18:24)
Da instrucción al sabio, y será aún más sabio, Enseña al justo, y aumentará su saber. (Proverbios 9:9)
enseñándoles a guardar todo lo que les he mandado; y ¡recuerden (he aquí)! Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo." (Mateo 28:20)
Y Moisés presentó su caso ante el SEÑOR. (Números 27:5)
Se dijo además su sierva: 'Sea de consuelo la palabra de mi señor el rey, pues como el ángel de Dios, así es mi señor el rey para discernir el bien y el mal. ¡Que el SEÑOR su Dios sea con usted!'" (2 Samuel 14:17)
¿No te lo he ordenado Yo? ¡Sé fuerte y valiente! No temas ni te acobardes, porque el SEÑOR tu Dios estará contigo dondequiera que vayas." (Josué 1:9)