Nueva Biblia Latinoamericana
Y Nabucodonosor, rey de Babilonia, dio órdenes a Nabuzaradán, capitán de la guardia, respecto a Jeremías, diciéndole: (Jeremías 39:11)
Tómalo y vela por él, y no le hagas daño alguno; sino que harás con él conforme a lo que él mismo te diga." (Jeremías 39:12)
Entonces dio órdenes Nabuzaradán, capitán de la guardia, junto con Nebusazbán el Rabsaris, y Nergal Sarezer el Rabmag, y todos los oficiales principales del rey de Babilonia; (Jeremías 39:13)
y enviaron a sacar a Jeremías del patio de la guardia y lo pusieron al cuidado de Gedalías, hijo de Ahicam, hijo de Safán, para que lo llevara a casa. Y Jeremías se quedó en medio del pueblo.
La palabra del SEÑOR había venido a Jeremías mientras estaba detenido en el patio de la guardia, diciéndole: (Jeremías 39:15)
Ve y dile al Etíope Ebed Melec: 'Así dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel: "Ciertamente, traigo Mis palabras sobre esta ciudad para mal y no para bien; y se cumplirán delante de ti en aquel día. (Jeremías 39:16)
Pero Yo te libraré en aquel día," declara el SEÑOR, "y no serás entregado en manos de los hombres que temes. (Jeremías 39:17)

Otras publicaciones relacionadas con "Jeremías 39:14":

Dr. Roberto Miranda
Jeremías 29
Reflexión sobre la carta que Dios envía a los judíos exiliados en Babilonia en Jeremías 29, y cómo podemos aplicar sus enseñanzas a nuestra vida cristiana.


Charles Spurgeon
Los siervos perseguidos de Dios
El profeta Jeremías habla sobre la protección divina hacia aquellos que defienden a los siervos de Dios.


Jeremías 39:14 - Referencia Cruzada

Entonces el rey ordenó al sacerdote Hilcías, a Ahicam, hijo de Safán, a Acbor, hijo de Micaías, al escriba Safán y a Asaías, siervo del rey: (2 Reyes 22:12)
Entonces el rey Sedequías ordenó que pusieran a Jeremías en el patio de la guardia y le dieran una torta de pan al día de la calle de los panaderos, hasta que se acabara todo el pan en la ciudad. Así que Jeremías permaneció en el patio de la guardia. (Jeremías 37:21)
Hasta que su predicción se cumplió; La palabra del SEÑOR lo puso a prueba. (Salmos 105:19)
La palabra que vino a Jeremías de parte del SEÑOR después que Nabuzaradán, capitán de la guardia, lo había dejado libre en Ramá, cuando lo había tomado estando él encadenado entre todos los desterrados de Jerusalén y Judá que iban deportados a Babilonia. (Jeremías 40:1)
Tiraron de Jeremías con las sogas y lo subieron de la cisterna. Y Jeremías se quedó en el patio de la guardia. (Jeremías 38:13)
La palabra del SEÑOR había venido a Jeremías mientras estaba detenido en el patio de la guardia, diciéndole: (Jeremías 39:15)
Así Jeremías quedó en el patio de la guardia hasta el día en que Jerusalén fue tomada. (Jeremías 38:28)
Y en cuanto al pueblo que quedó en la tierra de Judá, al que Nabucodonosor, rey de Babilonia, había dejado, puso sobre ellos a Gedalías, hijo de Ahicam, hijo de Safán. (2 Reyes 25:22)
Pero la mano de Ahicam, hijo de Safán, estaba con Jeremías, de manera que no fue entregado en manos del pueblo para que le dieran muerte. (Jeremías 26:24)