Nueva Biblia Latinoamericana
Pero si los oficiales se enteran de que he hablado contigo, y vienen a ti y te dicen: 'Dinos ahora lo que dijiste al rey y lo que el rey te dijo, no nos lo ocultes, y no te mataremos,' (Jeremías 38:25)
tú les dirás: 'Presentaba al rey mi súplica de que no me hiciera volver a la casa de Jonatán, a morir allí.'" (Jeremías 38:26)
Luego vinieron todos los oficiales a Jeremías y lo interrogaron. Y él les informó conforme a todas estas palabras que el rey le había ordenado; y no volvieron a preguntarle, ya que de la conversación nadie había oído nada. (Jeremías 38:27)
Así Jeremías quedó en el patio de la guardia hasta el día en que Jerusalén fue tomada.
Y aconteció que Jerusalén al fin fue tomada. En el año noveno de Sedequías, rey de Judá, en el décimo mes. Cuando vino Nabucodonosor, rey de Babilonia, con todo su ejército contra Jerusalén, y la sitiaron. (Jeremías 39:1)
En el año undécimo de Sedequías, en el mes cuarto, a los nueve días del mes, se abrió una brecha en el muro de la ciudad. (Jeremías 39:2)
Entonces todos los oficiales del rey de Babilonia entraron y se sentaron en la Puerta Central: Nergal Sarezer, Samgar Nebo, Sarse Quim el Rabsaris, Nergal Sarezer el Rabmag y todos los demás oficiales del rey de Babilonia. (Jeremías 39:3)

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Jeremías 38:28 - Referencia Cruzada

Aunque pase por el valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque Tú estás conmigo; Tu vara y Tu cayado me infunden aliento. (Salmos 23:4)
Y te pondré para este pueblo Por muralla de bronce invencible; Lucharán contra ti, Pero no te vencerán, Porque Yo estoy contigo para salvarte Y librarte," declara el SEÑOR. (Jeremías 15:20)
Tiraron de Jeremías con las sogas y lo subieron de la cisterna. Y Jeremías se quedó en el patio de la guardia. (Jeremías 38:13)
Entonces el rey Sedequías ordenó que pusieran a Jeremías en el patio de la guardia y le dieran una torta de pan al día de la calle de los panaderos, hasta que se acabara todo el pan en la ciudad. Así que Jeremías permaneció en el patio de la guardia. (Jeremías 37:21)
Pero el Señor estuvo conmigo y me fortaleció, a fin de que por mí se cumpliera cabalmente la proclamación del mensaje y que todos los Gentiles oyeran. Y fui librado de la boca del león. (2 Timoteo 4:17)
mis persecuciones, sufrimientos, como los que me acaecieron en Antioquía, en Iconio y en Listra. ¡Qué persecuciones sufrí! Y de todas ellas me libró el Señor. (2 Timoteo 3:11)
y enviaron a sacar a Jeremías del patio de la guardia y lo pusieron al cuidado de Gedalías, hijo de Ahicam, hijo de Safán, para que lo llevara a casa. Y Jeremías se quedó en medio del pueblo. (Jeremías 39:14)