Nueva Biblia Latinoamericana
Y como velé sobre ellos para arrancar y para derribar, para derrocar para destruir y para traer calamidad, así velaré sobre ellos para edificar y para plantar," declara el SEÑOR. (Jeremías 31:28)
En aquellos días no dirán más: 'Los padres comieron uvas agrias, Y los dientes de los hijos tienen la dentera,' (Jeremías 31:29)
sino que cada cual por su propia iniquidad morirá. Todo hombre que coma uvas agrias, sus dientes tendrán la dentera. (Jeremías 31:30)
Vienen días," declara el SEÑOR "en que haré con la casa de Israel y con la casa de Judá un nuevo pacto,
no como el pacto que hice con sus padres el día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto, Mi pacto que ellos rompieron, aunque fui un esposo para ellos," declara el SEÑOR. (Jeremías 31:32)
Porque éste es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días," declara el SEÑOR. "Pondré Mi ley dentro de ellos, y sobre sus corazones la escribiré. Entonces Yo seré su Dios y ellos serán Mi pueblo. (Jeremías 31:33)
No tendrán que enseñar más cada uno a su prójimo y cada cual a su hermano, diciéndole: 'Conoce al SEÑOR,' porque todos Me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande," declara el SEÑOR, "pues perdonaré su maldad, y no recordaré más su pecado." (Jeremías 31:34)

Otras publicaciones relacionadas con "Jeremías 31:31":

Fumio Taku
La iglesia y el pueblo de Israel
El pastor Fumio Taku habla sobre la relación entre la iglesia y el pueblo de Israel, la importancia de apoyar a Israel y la oración por su redención. Basado en la organización Cristianos y Judíos Unidos por Israel.


Fumio Taku
La iglesia y el pueblo de Israel
En este sermón, Fumio Taku habla sobre la relación entre la iglesia y el pueblo de Israel, el nuevo pacto y las promesas de Dios. También enfatiza la importancia de apoyar al pueblo de Israel y defender su derecho a la tierra que Dios les ha dado.


Jeremías 31:31 - Referencia Cruzada

Y el Dios de paz, que resucitó de entre los muertos a Jesús nuestro Señor, el gran Pastor de las ovejas mediante la sangre del pacto eterno, (Hebreos 13:20)
En aquellos días y en aquel tiempo," declara el SEÑOR "vendrán los Israelitas, ellos junto con los hijos de Judá; Vendrán andando y llorando, Y al SEÑOR su Dios buscarán. (Jeremías 50:4)
y a Jesús, el mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la sangre de Abel. (Hebreos 12:24)
De la misma manera tomó también la copa después de haber cenado, diciendo: "Esta copa es el nuevo pacto en Mi sangre; hagan esto cuantas veces la beban en memoria de Mí." (1 Corintios 11:25)
Pero ahora Jesús ha obtenido un ministerio tanto mejor, por cuanto El es también el mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas. (Hebreos 8:6)
ESTE ES EL PACTO QUE HARE CON ELLOS DESPUES DE AQUELLOS DIAS, DICE EL SEÑOR: PONDRE MIS LEYES EN SU CORAZON, Y EN SU MENTE LAS ESCRIBIRE," añade: (Hebreos 10:16)
Vienen días," declara el SEÑOR, "en que levantaré a David un Renuevo justo; Y El reinará como rey, actuará sabiamente, Y practicará el derecho y la justicia en la tierra. (Jeremías 23:5)
Vienen días," declara el SEÑOR "cuando el arador alcanzará al segador, Y el que pisa la uva al que siembra la semilla; Cuando destilarán vino dulce los montes, Y todas las colinas se derretirán. (Amós 9:13)
Y a los que anden conforme a esta regla, paz y misericordia sea sobre ellos y sobre el Israel de Dios. (Gálatas 6:16)
Y les dijo: "Esto es Mi sangre del nuevo pacto, que es derramada por muchos. (Marcus 14:24)
el cual también nos hizo suficientes como ministros (servidores) de un nuevo pacto, no de la letra, sino del Espíritu. Porque la letra mata, pero el Espíritu da vida. (2 Corintios 3:6)
Vienen días,' declara el SEÑOR, 'en que cumpliré la buena palabra que he hablado a la casa de Israel y a la casa de Judá. (Jeremías 33:14)
De la misma manera tomó la copa después de haber cenado, diciendo: "Esta copa es el nuevo pacto en Mi sangre, que es derramada por ustedes. (Lucas 22:20)
Vienen días," declara el SEÑOR "en que haré con la casa de Israel y con la casa de Judá un nuevo pacto, (Jeremías 31:31)
Vienen días," declara el SEÑOR, "en que sembraré la casa de Israel y la casa de Judá de simiente de hombre y de simiente de animal. (Jeremías 31:27)
Haré con ellos un pacto de paz; será un pacto eterno con ellos. Y los estableceré, los multiplicaré y pondré Mi santuario en medio de ellos para siempre. (Ezequiel 37:26)
Porque nosotros somos la verdadera circuncisión, que adoramos en el Espíritu de Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no poniendo la confianza en la carne, (Filipenses 3:3)
Porque, vienen días,' declara el SEÑOR, 'cuando restauraré el bienestar (haré volver a los cautivos) de Mi pueblo, Israel y Judá.' El SEÑOR dice: 'También los haré volver a la tierra que di a sus padres y la poseerán.'" (Jeremías 30:3)
porque esto es Mi sangre del nuevo pacto, que es derramada por muchos para el perdón de los pecados. (Mateo 26:28)
Por eso Cristo es el mediador de un nuevo pacto (testamento), a fin de que habiendo tenido lugar una muerte para la redención de las transgresiones que se cometieron bajo el primer pacto (testamento), los que han sido llamados reciban la promesa de la herencia eterna. (Hebreos 9:15)
Haré con ellos un pacto eterno, de que Yo no me apartaré de ellos para hacerles bien, e infundiré Mi temor en sus corazones para que no se aparten de Mí. (Jeremías 32:40)