Nueva Biblia Latinoamericana
En sus días Judá será salvada, E Israel morará seguro; Y éste es Su nombre por el cual será llamado: 'El SEÑOR, justicia nuestra.' (Jeremías 23:6)
Por tanto, vienen días," declara el SEÑOR, "cuando no dirán más: 'Vive el SEÑOR, que hizo subir a los Israelitas de la tierra de Egipto,' (Jeremías 23:7)
sino: 'Vive el SEÑOR que hizo subir y trajo a los descendientes de la casa de Israel de la tierra del norte y de todas las tierras adonde los había echado.' Entonces habitarán en su propio suelo." (Jeremías 23:8)
En cuanto a los profetas: Quebrantado está mi corazón dentro de mí, Tiemblan todos mis huesos; Estoy como un ebrio, Como un hombre a quien domina el vino, Por causa del SEÑOR Y por causa de Sus santas palabras.
Porque la tierra está llena de adúlteros; Porque a causa de la maldición se ha enlutado la tierra, Se han secado los pastos del desierto. Pues es mala la carrera de ellos Y su poderío no es recto. (Jeremías 23:10)
Porque tanto el profeta como el sacerdote están corrompidos; Aun en Mi casa he hallado su maldad," declara el SEÑOR. (Jeremías 23:11)
Por tanto, su camino será para ellos como sendas resbaladizas; Serán empujados a las tinieblas y en ellas caerán; Porque traeré sobre ellos calamidad En el año de su castigo," declara el SEÑOR. (Jeremías 23:12)

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Jeremías 23:9 - Referencia Cruzada

Entonces dije: "¡Ay de mí! Porque perdido estoy, Pues soy hombre de labios inmundos Y en medio de un pueblo de labios inmundos habito, Porque mis ojos han visto al Rey, el SEÑOR de los ejércitos." (Isaías 6:5)
¡Ay de la corona de arrogancia de los ebrios de Efraín, Y de la flor marchita de su gloriosa hermosura, Que está sobre la cabeza del valle fértil De los vencidos por el vino! (Isaías 28:1)
Tú les dirás esta palabra: 'Que viertan lágrimas mis ojos noche y día, Sin cesar, Porque con gran quebranto ha sido quebrantada la virgen hija de mi pueblo, De una herida muy dolorosa. (Jeremías 14:17)
Por tanto, oye ahora esto, afligida, Que estás ebria, pero no de vino: (Isaías 51:21)
Deténganse y esperen, Ciéguense y quédense ciegos. Ustedes se embriagan, pero no con vino; Se tambalean, pero no con licor. (Isaías 29:9)
Porque así me ha dicho el SEÑOR, Dios de Israel: "Toma de Mi mano esta copa del vino del furor, y haz que beban de ella todas las naciones a las cuales Yo te envío. (Jeremías 25:15)
Quién me diera que mi cabeza se hiciera agua, Y mis ojos fuente de lágrimas, Para que yo llorara día y noche Por los muertos de la hija de mi pueblo. (Jeremías 9:1)
porque se enterneció tu corazón y te humillaste delante del SEÑOR cuando oíste lo que hablé contra este lugar y contra sus habitantes, que vendrían a ser desolación y maldición, y has rasgado tus vestidos y has llorado delante de Mí, ciertamente te he oído,' declara el SEÑOR. (2 Reyes 22:19)
y el SEÑOR le dijo: "Pasa por en medio de la ciudad, por en medio de Jerusalén, y pon una señal en la frente de los hombres que gimen y se lamentan por todas las abominaciones que se cometen en medio de ella." (Ezequiel 9:4)
Yo, Daniel, me sentí agotado y enfermo algunos días. Después me levanté y atendí los asuntos del rey; pero yo estaba espantado a causa de la visión, y no había nadie que la interpretara. (Daniel 8:27)
En un tiempo yo vivía sin la Ley, pero al venir el mandamiento, el pecado revivió, y yo morí; (Romanos 7:9)
El me ha llenado de amargura, Me ha embriagado con ajenjo. (Lamentaciones 3:15)
Los profetas profetizan falsamente, Los sacerdotes gobiernan por su cuenta, Y a Mi pueblo así le gusta. Pero ¿qué harán al final de esto? (Jeremías 5:31)
Maten a viejos, jóvenes, doncellas, niños y mujeres hasta el exterminio, pero no toquen a ninguno sobre quien esté la señal. Comenzarán por Mi santuario." Comenzaron, pues, con los ancianos que estaban delante del templo. (Ezequiel 9:6)
Oí, y se estremecieron mis entrañas; A Tu voz temblaron mis labios. Entra podredumbre en mis huesos, Y tiemblo donde estoy. Tranquilo espero el día de la angustia, Al pueblo que se levantará para invadirnos. (Habacuc 3:16)
Cosas duras has hecho ver a Tu pueblo; Nos has dado a beber vino embriagador. (Salmos 60:3)