Nueva Biblia Latinoamericana
El Señor DIOS Me ha dado lengua de discípulo, Para que Yo sepa sostener con una palabra al fatigado. Mañana tras mañana Me despierta, Despierta Mi oído para escuchar como los discípulos. (Isaías 50:4)
El Señor DIOS Me ha abierto el oído; Y no fui desobediente, Ni me volví atrás. (Isaías 50:5)
Ofrecí Mi espalda a los que Me herían, Y Mis mejillas a los que Me arrancaban la barba; No escondí Mi rostro de injurias y salivazos. (Isaías 50:6)
El Señor DIOS Me ayuda, Por eso no soy humillado, Por eso he puesto Mi rostro como pedernal, Y sé que no seré avergonzado.
Cercano está el que Me justifica; ¿Quién discutirá conmigo? Comparezcamos juntos; ¿Quién es el enemigo de Mi causa? Que se acerque a Mí. (Isaías 50:8)
Si el Señor DIOS Me ayuda; ¿Quién es el que Me condena? Todos ellos como un vestido se gastarán, La polilla se los comerá. (Isaías 50:9)
¿Quién hay entre ustedes que tema al SEÑOR, Que oiga la voz de Su siervo, Que ande en tinieblas y no tenga luz? Confíe en el nombre del SEÑOR y apóyese en su Dios. (Isaías 50:10)

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Isaías 50:7 - Referencia Cruzada

Salmo de David. Dice el SEÑOR a mi Señor: "Siéntate a Mi diestra, Hasta que ponga a Tus enemigos por estrado de Tus pies." (Salmos 110:1)
Pero el Señor le dijo: "Ahora bien, ustedes los Fariseos limpian lo de afuera del vaso y del plato; pero por dentro están llenos de robo y de maldad. (Lucas 11:39)
Si el Señor DIOS Me ayuda; ¿Quién es el que Me condena? Todos ellos como un vestido se gastarán, La polilla se los comerá. (Isaías 50:9)
Este es Mi Siervo, a quien Yo sostengo, Mi escogido, en quien Mi alma se complace. He puesto Mi Espíritu sobre El; El traerá justicia a las naciones. (Isaías 42:1)
Por tanto, puesto que Cristo ha padecido en la carne, ármense también ustedes con el mismo propósito, pues quien ha padecido en la carne ha terminado con el pecado, (1 Pedro 4:1)
Porque no me avergüenzo del evangelio, pues es el poder de Dios para la salvación de todo el que cree, del Judío primeramente y también del Griego. (Romanos 1:16)
Por eso he hecho tu rostro tan duro como sus rostros, y tu frente tan dura como sus frentes. (Ezequiel 3:8)
de manera que decimos confiadamente: "EL SEÑOR ES EL QUE ME AYUDA; NO TEMERE. ¿QUE PODRA HACERME EL HOMBRE?" (Hebreos 13:6)
Pero, ¡ay de ustedes, escribas y Fariseos, hipócritas que cierran el reino de los cielos delante de los hombres! Porque ni entran ustedes, ni dejan entrar a los que están entrando. (Mateo 23:13)
Así dice el SEÑOR: "En tiempo propicio Te he respondido, En día de salvación Te he ayudado. Te guardaré y Te daré por pacto del pueblo, Para restaurar la tierra, para repartir las heredades asoladas, (Isaías 49:8)
Pero si alguien sufre como Cristiano, que no se avergüence, sino que como tal (en ese nombre) glorifique a Dios. (1 Pedro 4:16)
Estas cosas les he hablado para que en Mí tengan paz. En el mundo tienen tribulación; pero confíen, Yo he vencido al mundo." (Juan 16:33)
Sucedió que cuando se cumplían los días de Su ascensión, Jesús, con determinación, afirmó Su rostro para ir a Jerusalén. (Lucas 9:51)
Yo te he puesto hoy Como ciudad fortificada, Como columna de hierro y como muro de bronce Contra toda esta tierra: Contra los reyes de Judá, sus príncipes, Sus sacerdotes y el pueblo de la tierra. (Jeremías 1:18)
Y con él estará siempre Mi mano; Mi brazo también lo fortalecerá. (Salmos 89:21)