Nueva Biblia Latinoamericana
El Señor DIOS Me ha abierto el oído; Y no fui desobediente, Ni me volví atrás. (Isaías 50:5)
Ofrecí Mi espalda a los que Me herían, Y Mis mejillas a los que Me arrancaban la barba; No escondí Mi rostro de injurias y salivazos. (Isaías 50:6)
El Señor DIOS Me ayuda, Por eso no soy humillado, Por eso he puesto Mi rostro como pedernal, Y sé que no seré avergonzado. (Isaías 50:7)
Cercano está el que Me justifica; ¿Quién discutirá conmigo? Comparezcamos juntos; ¿Quién es el enemigo de Mi causa? Que se acerque a Mí.
Si el Señor DIOS Me ayuda; ¿Quién es el que Me condena? Todos ellos como un vestido se gastarán, La polilla se los comerá. (Isaías 50:9)
¿Quién hay entre ustedes que tema al SEÑOR, Que oiga la voz de Su siervo, Que ande en tinieblas y no tenga luz? Confíe en el nombre del SEÑOR y apóyese en su Dios. (Isaías 50:10)
Todos ustedes que encienden fuego, Que se rodean de teas, Anden a la lumbre de su fuego Y entre las teas que han encendido. Esto les vendrá de Mi mano: En tormento yacerán. (Isaías 50:11)

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Isaías 50:8 - Referencia Cruzada

E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: El fue manifestado en la carne, Vindicado (Justificado) en el Espíritu, Contemplado por ángeles, Proclamado entre las naciones, Creído en el mundo, Recibido arriba en gloria. (1 Timoteo 3:16)
Hazme recordar, discutamos juntos nuestro caso; Habla tú para justificarte. (Isaías 43:26)
Ponte de acuerdo pronto con tu adversario mientras vas con él por el camino, no sea que tu adversario te entregue al juez, y el juez al guardia, y seas echado en la cárcel. (Mateo 5:25)
El que no negó ni a Su propio Hijo, sino que Lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también junto con El todas las cosas? (Romanos 8:32)
Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: "Ahora ha venido la salvación, el poder y el reino de nuestro Dios y la autoridad de Su Cristo (el Mesías), porque el acusador de nuestros hermanos, el que los acusa delante de nuestro Dios día y noche, ha sido arrojado. (Apocalipsis 12:10)
¡Quién me diera saber dónde encontrarlo, Para poder llegar hasta Su trono! (Job 23:3)
Guarden silencio ante Mí, costas, Y renueven sus fuerzas los pueblos. Acérquense y entonces hablen, Juntos vengamos a juicio. (Isaías 41:1)
Presenten su causa," dice el SEÑOR. Expongan sus fuertes argumentos Dice el Rey de Jacob. (Isaías 41:21)
Entonces me mostró al sumo sacerdote Josué, que estaba delante del ángel del SEÑOR; y Satanás (el adversario) estaba a su derecha para acusarlo. (Zacarías 3:1)
los dos litigantes se presentarán delante del SEÑOR, delante de los sacerdotes y de los jueces que haya en esos días. (Deuteronomio 19:17)
En toda clase de fraude, ya se trate de buey, de asno, de oveja, de ropa, o de cualquier cosa perdida, de la cual se pueda decir: 'Esto es mío,' la causa de ambos se llevará ante los jueces; y aquél a quien los jueces declaren culpable pagará el doble a su vecino. (Éxodo 22:9)