Nueva Biblia Latinoamericana
Y a la medianoche, el SEÑOR hirió a todo primogénito en la tierra de Egipto, desde el primogénito de Faraón que se sentaba sobre su trono, hasta el primogénito del cautivo que estaba en la cárcel, y todo primogénito del ganado. (Éxodo 12:29)
Faraón se levantó en la noche, él con todos sus siervos y todos los Egipcios. Y se oyó un gran clamor en Egipto, porque no había hogar donde no hubiera alguien muerto. (Éxodo 12:30)
Entonces Faraón llamó a Moisés y a Aarón aún de noche, y dijo: "Levántense y salgan de entre mi pueblo, ustedes y los Israelitas. Vayan y adoren (sirvan) al SEÑOR, como han dicho. (Éxodo 12:31)
Tomen también sus ovejas y sus vacas, como han dicho, y váyanse, y bendíganme también a mí."
Y los Egipcios apremiaban al pueblo, dándose prisa en echarlos de la tierra, porque decían: "Todos seremos muertos." (Éxodo 12:33)
Tomó, pues, el pueblo la masa, antes que fuera leudada, en sus artesas de amasar envueltas en paños, y se las llevaron sobre sus hombros. (Éxodo 12:34)
Los Israelitas hicieron según las instrucciones (las palabras) de Moisés, pues pidieron a los Egipcios objetos de plata, objetos de oro y ropa. (Éxodo 12:35)

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Éxodo 12:32 - Referencia Cruzada

Rueguen al SEÑOR, porque ha habido ya suficientes truenos y granizo de parte de Dios. Los dejaré ir y no se quedarán más aquí." (Éxodo 9:28)
Y Esaú dijo a su padre: "¿No tienes más que una bendición, padre mío? Bendíceme, bendíceme también a mí, padre mío." Y Esaú alzó su voz y lloró. (Génesis 27:38)
Al oír Esaú las palabras de su padre, clamó con un grande y amargo clamor, y dijo a su padre: "¡Bendíceme, bendíceme también a mí, padre mío!" (Génesis 27:34)
El Faraón dijo: "Los dejaré ir para que ofrezcan sacrificio al SEÑOR su Dios en el desierto, sólo que no vayan muy lejos. Oren por mí." (Éxodo 8:28)
Y Moisés respondió: "Iremos con nuestros jóvenes y nuestros ancianos; con nuestros hijos y nuestras hijas; con nuestras ovejas y nuestras vacas iremos, porque hemos de celebrar una fiesta solemne al SEÑOR." (Éxodo 10:9)
Por tanto, también nuestros ganados irán con nosotros. Ni una pezuña quedará atrás, porque de ellos tomaremos para servir al SEÑOR nuestro Dios. Nosotros mismos no sabemos con qué hemos de servir al SEÑOR hasta que lleguemos allá." (Éxodo 10:26)