Nueva Biblia Latinoamericana
Tú, a quien tomé de los confines de la tierra, Y desde sus lugares más remotos te llamé, Y te dije: 'Mi siervo eres tú; Yo te he escogido y no te he rechazado.' (Isaías 41:9)
No temas, porque Yo estoy contigo; No te desalientes, porque Yo soy tu Dios. Te fortaleceré, ciertamente te ayudaré, Sí, te sostendré con la diestra de Mi justicia. (Isaías 41:10)
Ciertamente, los que se enojan contra ti serán avergonzados y humillados. Los que luchen contigo serán como nada y perecerán. (Isaías 41:11)
Buscarás a los que riñen contigo, pero no los hallarás. Serán como nada, como si no existieran, los que te hacen guerra.
Porque Yo soy el SEÑOR tu Dios, que sostiene tu diestra, Que te dice: 'No temas, Yo te ayudaré.' (Isaías 41:13)
No temas, gusano de Jacob, ustedes hombres de Israel. Yo te ayudaré," declara el SEÑOR, "tu Redentor es el Santo de Israel. (Isaías 41:14)
Te he convertido en trillo nuevo, cortante, de doble filo; Trillarás los montes y los harás polvo, Y los collados dejarás como hojarasca. (Isaías 41:15)

Otras publicaciones relacionadas con "Isaías 41:12":

Isaías Rivera
¿De dónde viene mi socorro?
Reflexión sobre la confianza en Dios en momentos difíciles a través del pasaje de Isaías 40:25-31. author: Isaías Rivera, title: ¿De dónde viene mi socorro?, summary: El pasaje de Isaías 40:25-31 habla sobre la duda y la pregunta de dónde está Dios cuando las cosas no van bien en nuestras vidas. Isaías les recuerda al pueblo judío que Dios es el Dios eterno y que su poder es insondable. Debemos confiar en el Señor y esperar en Él, ya que si creemos en Él, Él renovará nuestras fuerzas y nos permitirá volar como las águilas. No estamos solos, el Dios eterno está con nosotros.


Charles Spurgeon
No te desampararé, ni te dejaré
Reflexión sobre la promesa de Dios de no abandonarnos y cómo recordar sus misericordias anteriores nos da ánimo.


Isaías 41:12 - Referencia Cruzada

Al tiempo de la tarde, hay terror. Antes de la mañana ya no existen. Tal será la porción de los que nos despojan, Y la suerte de los que nos saquean. (Isaías 17:14)
Como su propio estiércol perece para siempre; Los que lo han visto dirán: '¿Dónde está?' (Job 20:7)
He visto al impío, violento, Extenderse como frondoso árbol en su propio suelo. (Salmos 37:35)