Entonces envío a Eliaquim, mayordomo de la casa real, con el escriba Sebna y los ancianos de los sacerdotes, cubiertos de cilicio, al profeta Isaías, hijo de Amoz.
(Isaías 37:2)Y ellos le dijeron: "Así dice Ezequías: 'Este día es día de angustia, de reprensión y de desprecio, pues hijos están para nacer, pero no hay fuerzas para dar a luz.
(Isaías 37:3)Tal vez el SEÑOR tu Dios oirá las palabras del Rabsaces, a quien su señor, el rey de Asiria, ha enviado para injuriar al Dios vivo, y lo reprenderá por las palabras que el SEÑOR tu Dios ha oído. Eleva, pues, una oración por el remanente que aún queda.'"
(Isaías 37:4)Cuando llegaron los siervos del rey Ezequías ante Isaías,
éste les dijo: "Así dirán a su señor: 'Así dice el SEÑOR: "No temas por las palabras que has oído, con las que los siervos del rey de Asiria Me han blasfemado.
(Isaías 37:6)Voy a poner en él un espíritu, oirá un rumor y se volverá a su tierra; y en su tierra lo haré caer a espada."'"
(Isaías 37:7)Entonces el Rabsaces volvió y halló al rey de Asiria peleando contra Libna, pues había oído que el rey había partido de Laquis.
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Isaías 37:5 - Referencia Cruzada