Nueva Biblia Latinoamericana
Yo haré distinción entre Mi pueblo y tu pueblo. Mañana tendrá lugar esta señal."'" (Éxodo 8:23)
Así lo hizo el SEÑOR. Y entraron grandes enjambres de insectos en la casa de Faraón y en las casas de sus siervos, y en todo el país de Egipto la tierra fue devastada a causa de los enjambres de insectos. (Éxodo 8:24)
Entonces llamó Faraón a Moisés y a Aarón, y dijo: "Vayan, ofrezcan sacrificio a su Dios dentro del país." (Éxodo 8:25)
No conviene que lo hagamos así," respondió Moisés, "porque es abominación para los Egipcios lo que sacrificaremos al SEÑOR nuestro Dios. Si sacrificamos lo que es abominación para los Egipcios delante de sus ojos, ¿no nos apedrearán?
Andaremos una distancia de tres días de camino en el desierto, y ofreceremos sacrificios al SEÑOR nuestro Dios, tal como El nos manda." (Éxodo 8:27)
El Faraón dijo: "Los dejaré ir para que ofrezcan sacrificio al SEÑOR su Dios en el desierto, sólo que no vayan muy lejos. Oren por mí." (Éxodo 8:28)
Voy a salir de tu presencia," le contestó Moisés "y rogaré al SEÑOR que los enjambres de insectos se alejen mañana de Faraón, de sus siervos y de su pueblo. Pero que Faraón no vuelva a obrar con engaño, no dejando ir al pueblo a ofrecer sacrificios al SEÑOR." (Éxodo 8:29)

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Éxodo 8:26 - Referencia Cruzada

No estén unidos en yugo desigual con los incrédulos, pues ¿qué asociación tienen la justicia y la iniquidad? ¿O qué comunión la luz con las tinieblas? (2 Corintios 6:14)
ustedes responderán: 'Sus siervos han sido hombres de ganado desde su juventud hasta ahora, tanto nosotros como nuestros padres,' a fin de que habiten en la tierra de Gosén. Porque para los Egipcios todo pastor de ovejas es una abominación." (Génesis 46:34)
Acabadas estas cosas, se me acercaron los príncipes y me dijeron: "El pueblo de Israel, los sacerdotes y los Levitas no se han separado de los pueblos de las tierras y sus abominaciones: de los Cananeos, Hititas, Ferezeos, Jebuseos, Amonitas, Moabitas, Egipcios y Amorreos; (Esdras 9:1)
El rey también profanó los lugares altos que estaban frente a Jerusalén, los que estaban a la derecha del monte de destrucción, que Salomón, rey de Israel, había edificado a Astoret, abominación de los Sidonios, y a Quemos, abominación de los Moabitas, y a Milcom, ídolo abominable de los Amonitas. (2 Reyes 23:13)
cuídate de no caer en una trampa imitándolas, después que hayan sido destruidas delante de ti, y de no buscar sus dioses, diciendo: '¿Cómo servían estas naciones a sus dioses para que también yo haga lo mismo?' (Deuteronomio 12:30)
Ellos escucharán tu voz. Entonces tú irás con los ancianos de Israel al rey de Egipto, y le dirán: 'El SEÑOR, el Dios de los Hebreos, nos ha salido al encuentro. Ahora pues, permite que vayamos tres días de camino al desierto para ofrecer sacrificios al SEÑOR nuestro Dios.' (Éxodo 3:18)
Ninguno reflexiona; no tienen conocimiento ni inteligencia para decir: "He quemado la mitad en el fuego, y también he cocido pan sobre sus brasas. He asado carne y la he comido; y del resto ¿haré una abominación? ¿Me postraré ante un pedazo de madera?" (Isaías 44:19)
Porque Salomón siguió a Astoret, diosa de los Sidonios, y a Milcom, ídolo abominable de los Amonitas. (1 Reyes 11:5)
Le sirvieron a José en un lado, a los hermanos en otro lado, y a los Egipcios que comían con él, también les sirvieron aparte. Porque los Egipcios no podían comer con los Hebreos, pues esto es abominación para los Egipcios. (Génesis 43:32)
Quemarás a fuego las esculturas de sus dioses; no codiciarás la plata ni el oro que las recubren, ni lo tomarás para ti, no sea que por ello caigas en un lazo, porque es abominación al SEÑOR tu Dios. (Deuteronomio 7:25)