Nueva Biblia Latinoamericana
Entonces Moisés y Aarón salieron de la presencia de Faraón, y Moisés clamó al SEÑOR acerca de las ranas que El había puesto sobre Faraón. (Éxodo 8:12)
Y el SEÑOR hizo conforme a la palabra de Moisés, y murieron las ranas en las casas, en los patios y en los campos. (Éxodo 8:13)
Las juntaron en montones, y la tierra se corrompió. (Éxodo 8:14)
Pero al ver Faraón que había alivio, endureció su corazón y no los escuchó, tal como el SEÑOR había dicho.
Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: "Dile a Aarón: 'Extiende tu vara y golpea el polvo de la tierra para que se convierta en piojos por toda la tierra de Egipto.'" (Éxodo 8:16)
Y así lo hicieron. Aarón extendió su mano con su vara, y golpeó el polvo de la tierra, y hubo piojos en hombres y animales. Todo el polvo de la tierra se convirtió en piojos por todo el país de Egipto. (Éxodo 8:17)
Los magos (sacerdotes adivinos) trataron de producir piojos con sus encantamientos (ciencias ocultas), pero no pudieron. Hubo, pues, piojos en hombres y animales. (Éxodo 8:18)

Otras publicaciones relacionadas con "Éxodo 8:15":

Omar Soto
Una noche más con las ranas
Un artículo sobre la importancia de identificar y deshacerse de las cosas que nos limitan en la vida, basado en la meditación Una noche más con las ranas y el relato de Éxodo 8.


Dr. Roberto Miranda
Buena semilla, pero mala tierra
El Capítulo 13 de Números relata la historia de los hebreos que se preparan para entrar en la Tierra Prometida, pero la primera generación de hebreos no pudo entrar debido a su incredulidad y falta de fe. Solo Caleb y Josué, quienes le creyeron a Dios, alcanzaron la bendición. Este artículo nos exhorta a convertirnos en tierra fértil para recibir las semillas de bendición que Dios quiere plantar en nosotros.


Éxodo 8:15 - Referencia Cruzada

mientras el ejército del rey de Babilonia peleaba contra Jerusalén y contra todas las ciudades que quedaban en Judá, es decir, Laquis y Azeca, pues sólo éstas quedaban como ciudades fortificadas entre las ciudades de Judá. (Jeremías 34:7)
Y los hombres fueron quemados con el intenso calor. Blasfemaron el nombre de Dios que tiene poder sobre estas plagas, y no se arrepintieron para darle gloria a El. (Apocalipsis 16:9)
Por lo cual se dice: "SI USTEDES OYEN HOY SU VOZ, NO ENDUREZCAN SUS CORAZONES, COMO EN LA PROVOCACION." (Hebreos 3:15)
Y Faraón no los escuchará. Entonces pondré Mi mano sobre Egipto y sacaré de la tierra de Egipto a Mis ejércitos, a Mi pueblo los Israelitas, con grandes juicios. (Éxodo 7:4)
¿Qué haré contigo, Efraín? ¿Qué haré contigo, Judá? Porque la lealtad (misericordia) de ustedes es como nube matinal, Y como el rocío, que temprano desaparece. (Oseas 6:4)
Aunque se le muestre piedad al impío, No aprende justicia. Obra injustamente en tierra de rectitud, Y no ve la majestad del SEÑOR. (Isaías 26:10)
Cuando le anunciaron al rey de Egipto que el pueblo había huido, Faraón y sus siervos cambiaron de actitud (corazón) hacia el pueblo, y dijeron: "¿Qué es esto que hemos hecho, que hemos permitido que Israel se fuera y dejaran de servirnos?" (Éxodo 14:5)
El hombre que después de mucha reprensión se pone terco, De repente será quebrantado sin remedio. (Proverbios 29:1)
Sin embargo el corazón de Faraón se endureció y no los escuchó, tal como el SEÑOR había dicho. (Éxodo 7:13)
Pero ellos rehusaron escuchar y volvieron la espalda rebelde y se taparon los oídos para no oír. (Zacarías 7:11)
Porque la sentencia contra una mala obra no se ejecuta enseguida, el corazón de los hijos de los hombres está en ellos entregado enteramente a hacer el mal. (Eclesiastés 8:11)
NO ENDUREZCAN SUS CORAZONES, COMO EN LA PROVOCACION, COMO EN EL DIA DE LA PRUEBA EN EL DESIERTO, (Hebreos 3:8)
Y el SEÑOR dijo a Moisés: "Cuando vuelvas a Egipto, mira que hagas delante de Faraón todas las maravillas que he puesto en tu mano. Pero Yo endureceré su corazón de modo que no dejará ir al pueblo. (Éxodo 4:21)