Al que muy de mañana bendice a su amigo en alta voz, Le será contado como una maldición.
(Proverbios 27:14)
Gotera constante en día de lluvia Y mujer rencillosa, son semejantes;
(Proverbios 27:15)
El que trata de contenerla, es como refrenar al viento Y recoger aceite con su mano derecha.
(Proverbios 27:16)
El hierro con hierro se afila, Y un hombre aguza a otro.
El que cuida la higuera comerá su fruto, Y el que atiende a su señor será honrado.
(Proverbios 27:18)
Como el agua refleja el rostro, Así el corazón del hombre refleja al hombre.
(Proverbios 27:19)
El Seol y el Abadón nunca se sacian; Tampoco se sacian los ojos del hombre.
(Proverbios 27:20)
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Proverbios 27:17 - Referencia Cruzada
Y dijo: "Si los Arameos son demasiado fuertes para mí, entonces tú me ayudarás, y si los Amonitas son demasiado fuertes para ti, entonces vendré en tu ayuda.
(2 Samuel 10:11)
por el cual sufro penalidades, hasta el encarcelamiento como un malhechor. Pero la palabra de Dios no está presa.
(2 Timoteo 2:9)
Consideremos cómo estimularnos unos a otros al amor y a las buenas obras,
(Hebreos 10:24)
El ungüento y el perfume alegran el corazón, Y dulce para su amigo es el consejo del hombre.
(Proverbios 27:9)
Sufre penalidades conmigo, como buen soldado de Cristo Jesús.
(2 Timoteo 2:3)
Tengan por sumo gozo, hermanos míos, cuando se hallen en diversas pruebas (tentaciones),
(Santiago 1:2)
Fortalezcan las manos débiles Y afiancen las rodillas vacilantes.
(Isaías 35:3)
a fin de que nadie se inquiete (se engañe) por causa de estas aflicciones, porque ustedes mismos saben que para esto hemos sido destinados.
(1 Tesalonicenses 3:3)
Amados, no se sorprendan del fuego de prueba que en medio de ustedes ha venido para probarlos, como si alguna cosa extraña les estuviera aconteciendo.
(1 Pedro 4:12)
Jonatán, hijo de Saúl, se levantó y fue a donde estaba David en Hores, y lo fortaleció en Dios.
(1 Samuel 23:16)
Tú has exhortado a muchos, Y las manos débiles has fortalecido.
(Job 4:3)
Por lo cual también sufro estas cosas, pero no me avergüenzo. Porque yo sé en quién he creído, y estoy convencido de que El es poderoso para guardar mi depósito hasta aquel día.
(2 Timoteo 1:12)
Por tanto, no te avergüences del testimonio de nuestro Señor, ni de mí, prisionero Suyo, sino participa conmigo en las aflicciones por el evangelio (las buenas nuevas), según el poder de Dios.
(2 Timoteo 1:8)