Golpea al insolente y el ingenuo se volverá astuto, Pero reprende al que tiene inteligencia y ganará en conocimiento.
(Proverbios 19:25)
El que asalta a su padre y echa fuera a su madre Es un hijo que trae vergüenza y desgracia.
(Proverbios 19:26)
Cesa, hijo mío, de escuchar la instrucción, Y te desviarás de las palabras de sabiduría.
(Proverbios 19:27)
El testigo perverso se burla de la justicia, Y la boca de los impíos esparce iniquidad.
Los juicios están preparados para los insolentes, Y los azotes para la espalda de los necios.
(Proverbios 19:29)
El vino es provocador, la bebida fuerte alborotadora, Y cualquiera que con ellos se embriaga no es sabio.
(Proverbios 20:1)
Como rugido de león es el furor del rey, El que lo provoca a ira pone en peligro su propia vida.
(Proverbios 20:2)
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Proverbios 19:28 - Referencia Cruzada
¡cuánto menos el hombre, un ser abominable y corrompido, Que bebe la iniquidad como agua!
(Job 15:16)
Entonces entraron los dos hombres malvados y se sentaron delante de él; y los dos hombres malvados testificaron contra él, es decir, contra Nabot delante del pueblo, diciendo: "Nabot ha blasfemado a Dios y al rey." Y lo llevaron fuera de la ciudad, lo apedrearon y murió.
(1 Reyes 21:13)
El corazón inteligente busca conocimiento, Pero la boca de los necios se alimenta de necedades.
(Proverbios 15:14)
Aunque el mal sea dulce en su boca, Y lo oculte bajo su lengua,
(Job 20:12)
Había en cierta ciudad un juez que ni temía a Dios ni respetaba a hombre alguno.
(Lucas 18:2)
Entonces, en secreto persuadieron a algunos hombres para que dijeran: "Le hemos oído hablar palabras blasfemas contra Moisés y contra Dios."
(Hechos 6:11)
Sienten a dos hombres malvados delante de él que testifiquen contra él, diciendo: 'Tú has blasfemado a Dios y al rey.' Entonces sáquenlo y apedréenlo para que muera."
(1 Reyes 21:10)
El impío dice en su corazón: "Dios se ha olvidado; Ha escondido Su rostro; nunca verá nada."
(Salmos 10:11)
¿Qué hombre es como Job, Que bebe el escarnio como agua,
(Job 34:7)
Por tanto, oigan la palabra del SEÑOR, oh insolentes, Gobernantes de este pueblo que está en Jerusalén.
(Isaías 28:14)
Del pecado de Mi pueblo se alimentan, Y hacia su iniquidad dirigen sus deseos.
(Oseas 4:8)
Sus caminos prosperan en todo tiempo; Tus juicios, oh Dios, están en lo alto, lejos de su vista; A todos sus adversarios los desprecia.
(Salmos 10:5)