Nueva Biblia Latinoamericana
El justo es librado de tribulación, Y el impío toma su lugar. (Proverbios 11:8)
Con la boca el impío destruye a su prójimo, Pero por el conocimiento los justos serán librados. (Proverbios 11:9)
Con el bien de los justos, se regocija la ciudad, Y cuando perecen los impíos, hay gritos de alegría. (Proverbios 11:10)
Por la bendición de los rectos, se enaltece la ciudad, Pero por la boca de los impíos, es derribada.
El que desprecia a su prójimo carece de entendimiento, Pero el hombre prudente guarda silencio. (Proverbios 11:12)
El que anda en chismes revela secretos, Pero el de espíritu leal oculta las cosas. (Proverbios 11:13)
Donde no hay buen consejo, el pueblo cae, Pero en la abundancia de consejeros está la victoria (la salvación). (Proverbios 11:14)

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Proverbios 11:11 - Referencia Cruzada

Ahora pues, no fueron ustedes los que me enviaron aquí, sino Dios. El me ha puesto por padre de Faraón y señor de toda su casa y gobernador sobre toda la tierra de Egipto. (Génesis 45:8)
Y Amán dijo al rey Asuero: "Hay un pueblo esparcido y diseminado entre los pueblos en todas las provincias de su reino; sus leyes son diferentes de las de todos los demás pueblos, y no guardan las leyes del rey, así que no conviene al rey dejarlos vivos . (Ester 3:8)
Y se encontraba allí un hombre indigno que se llamaba Seba, hijo de Bicri, el Benjamita; y éste tocó la trompeta y dijo: "No tenemos parte con David, Ni tenemos heredad con el hijo de Isaí; ¡Israel, cada uno a sus tiendas!" (2 Samuel 20:1)
Entonces Faraón dijo a sus siervos: "¿Podemos hallar un hombre como éste, en quien esté el espíritu de Dios?" (Génesis 41:38)
Pero en ella se hallaba un hombre pobre y sabio; y él con su sabiduría libró la ciudad; sin embargo, nadie se acordó de aquel hombre pobre. (Eclesiastés 9:15)
Los provocadores agitan la ciudad, Pero los sabios alejan la ira. (Proverbios 29:8)
En el mes doce (es decir, el mes de Adar), el día trece cuando estaban para ejecutarse el mandato y edicto del rey, el mismo día que los enemigos de los Judíos esperaban obtener dominio sobre ellos, sucedió lo contrario, porque fueron los Judíos los que obtuvieron dominio sobre los que los odiaban. (Ester 9:1)
Pero el rey Ezequías y el profeta Isaías, hijo de Amoz, oraron sobre esto, y clamaron al cielo. (2 Crónicas 32:20)
La justicia engrandece a la nación, Pero el pecado es afrenta para los pueblos. (Proverbios 14:34)
También la lengua es un fuego, un mundo de iniquidad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, la cual contamina todo el cuerpo, es encendida por el infierno e inflama el curso de nuestra vida. (Santiago 3:6)
El librará aun al que no es inocente, Que será librado por la pureza de tus manos." (Job 22:30)