Nueva Biblia Latinoamericana
Pero Faraón dijo: "¿Quién es el SEÑOR para que yo escuche Su voz y deje ir a Israel? No conozco al SEÑOR, y además, no dejaré ir a Israel." (Éxodo 5:2)
El Dios de los Hebreos nos ha salido al encuentro," contestaron ellos. "Déjenos ir, le rogamos, camino de tres días al desierto para ofrecer sacrificios al SEÑOR nuestro Dios, no sea que venga sobre nosotros con pestilencia o con espada." (Éxodo 5:3)
Pero el rey de Egipto les dijo: "Moisés y Aarón, ¿por qué apartan al pueblo de sus trabajos? Vuelvan a sus labores (cargas). (Éxodo 5:4)
Miren," añadió Faraón, "el pueblo de la tierra es mucho ahora, ¡y ustedes quieren que ellos cesen en sus labores!"
Aquel mismo día, Faraón dio órdenes a los capataces que estaban sobre el pueblo, y a sus jefes y les dijo: (Éxodo 5:6)
Ya no darán, como antes, paja al pueblo para hacer ladrillos. Que vayan ellos y recojan paja por sí mismos. (Éxodo 5:7)
Pero exigirán de ellos la misma cantidad de ladrillos que hacían antes. No la disminuyan en lo más mínimo. Porque son perezosos, por eso claman y dicen: 'Déjanos ir a ofrecer sacrificios a nuestro Dios.' (Éxodo 5:8)

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Éxodo 5:5 - Referencia Cruzada

Pero los Israelitas tuvieron muchos hijos y aumentaron mucho, y se multiplicaron y llegaron a ser poderosos (numerosos) en gran manera, y el país se llenó de ellos. (Éxodo 1:7)
En la multitud del pueblo está la gloria del rey, Pero en la falta de pueblo está la ruina del príncipe. (Proverbios 14:28)