Nueva Biblia Latinoamericana
Quebrantada está mi alma anhelando Tus ordenanzas en todo tiempo. (Salmos 119:20)
Tú reprendes a los soberbios, los malditos, Que se desvían de Tus mandamientos. (Salmos 119:21)
Quita de mí el oprobio y el desprecio, Porque yo guardo Tus testimonios. (Salmos 119:22)
Aunque los príncipes se sienten y hablen contra mí, Tu siervo medita en Tus estatutos.
También Tus testimonios son mi deleite; Ellos son mis consejeros. (Salmos 119:24)
Dálet. Postrada está mi alma en el polvo; Vivifícame conforme a Tu palabra. (Salmos 119:25)
De mis caminos Te conté, y Tú me has respondido; Enséñame Tus estatutos. (Salmos 119:26)

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Salmos 119:23 - Referencia Cruzada

Cuando se hizo de día, se reunió el Concilio (Sanedrín) de los ancianos del pueblo, tanto los principales sacerdotes como los escribas, y llevaron a Jesús ante su Concilio, diciendo: (Lucas 22:66)
Y Saúl dijo a sus siervos que estaban a su alrededor: "Oiganme ahora, hijos de Benjamín. ¿Les dará también el hijo de Isaí a todos ustedes campos y viñas? ¿Los hará a todos capitanes de miles y capitanes de cientos? (1 Samuel 22:7)
Pues mientras viva sobre la tierra el hijo de Isaí, ni tú ni tu reino serán establecidos. Ahora pues, manda a traérmelo, porque ciertamente ha de morir." (1 Samuel 20:31)
¿Por qué se sublevan las naciones, Y los pueblos traman cosas vanas? (Salmos 2:1)
Toda la asamblea de ellos se levantó, y llevaron a Jesús ante Pilato. (Lucas 23:1)
Los principales sacerdotes y los escribas también estaban allí, y Lo acusaban con vehemencia. (Lucas 23:10)